Participación femenina en mercado laboral ha retrocedido 10 años por la pandemia

Participación femenina en mercado laboral ha retrocedido 10 años por la pandemia

Participación femenina en mercado laboral ha retrocedido 10 años por la pandemia

SANTO DOMINGO.– La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que los efectos adversos causados por la pandemia de la Covid-19 en el mercado laboral de la región, ha significado un retroceso de diez años de la participación de la mujer en el mercado laboral.

Esto así debido a que las áreas productivas más golpeadas por la crisis, son aquellas en las que predomina la participación femenina como son la turística, manufactura, el comercio, trabajo doméstico y la educación.

En República Dominicana, de abril de junio de 2020, la tasa de participación laboral de las mujeres fue de un 43.9% frente al 70.6% de los hombres.

“La crisis generada por la pandemia del COVID-19 impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe, generando un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral”, dice el Informe Especial Covid-19 no. 9 de la Cepal.

La tasa de participación laboral de las mujeres se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres en 69%.

Se calcula, además, que la tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12% en 2020, porcentaje que se eleva al 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019.

En 2020, se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo.

Un 56,9% de las mujeres en América Latina y un 54,3% en el Caribe se encuentran ocupadas en sectores en los que se prevé un mayor efecto negativo en términos del empleo y los ingresos por causa de la pandemia.

Las mujeres de la región son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia.

Un 73,2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo al que se expone el personal de la salud de contagiarse del virus.

Todo esto en un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial, pues los ingresos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud son un 23,7% inferiores a los de los hombres del mismo sector.

La Cepal recomendó transversalizar la perspectiva de género en todas las políticas de recuperación y asumir acciones afirmativas en el ámbito de las políticas fiscales, laborales, productivas, económicas y sociales, que protejan los derechos de las mujeres alcanzados en la última década, que eviten retrocesos y que enfrenten las desigualdades de género en el corto, mediano y largo plazo.



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