Diciembre, mes último del año y súper movido ya que, se celebra lo habitual más las reuniones decembrinas propias de la tan cercana navidad.
Suele también presentarse aumento del trabajo, tránsito más pesado, trastornos de enfermedades por la variación climática y más.
Las parejas con frecuencia hacen muchas actividades en conjunto a razón de las fiestas familiares, lo que puede generar discusiones y desavenencias con relación a situaciones tanto de la pareja como del entorno familiar y/o social.
En ocasiones, nimiedades como son la ropa a usar o los presentes a llevar, provocan desazón o discordias qué pudiesen afectar la relación de pareja.
Otras situaciones de mayor importancia como las emociones a flor de piel qué se generan en muchos debido a la nostalgia, los límites económicos, el duelo por algún ser querido perdido recientemente o hace un tiempo por la misma fecha y otros, hacen que las parejas tengan ciertos inconvenientes en este mes.
Una sugerencia para evitar situaciones o manejarlas: comunicarse con asertividad. Hablar claramente sin juzgar ni criticar, siempre con afecto y respeto.
Si se siente incomodidad, manifestarlo y conversar la causa para no resentirse. Importante las discusiones estériles, lo primero es identificar la razón y si no tiene tanto peso, bajar la guardia.
Cuando uno de los dos se impaciente o se moleste, el otro estará calmado y en paz, esa energía tranquiliza al otro y ahí termina.
Invito a las parejas a olvidarse en este diciembre de culpar, exigir, celar, castigar y dedicarse a dar, amar, complacer y apoyar.