SANTO DOMINGO.-De los últimos 24 años, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha gobernado 20, incluyendo 16 años consecutivos.

Sin embargo, todavía estas realidades nos persiguen:

Al momento de escribir estas líneas, ningún dominicano puede decir que confía en que, teniendo la razón, sus derechos serán respetados en justicia; justicia que ha moldeado a su conveniencia el partido de gobierno.

Muy a pesar de reiterados anuncios de reforma y cambios de mando, en vez de sentirnos protegidos por la policía, lo cierto es que le tememos.

Vivimos en constante asedio de atracadores y delincuentes en las calles, cuyos vínculos con las fuerzas del orden, son establecidos con marcada frecuencia.

Las cámaras legislativas, dominadas en su mayoría por el Partido de la Liberación Dominicana, son o sellos gomígrafos de los caprichos del poder ejecutivo, o amables receptores del hombre del maletín.

Una mayoría de los miembros de las altas esferas del Partido de la Liberación Dominicana exhiben fortunas que no poseían antes de ocupar sus cargos públicos.

Algunos miembros del gobierno se han convertido en criminales. Recordemos el caso de la funcionaria que formó parte de la trama en el asesinato a una jovencita embarazada de su hijo (caso Emily Peguero), y otro, que al ser descubierto en actos de corrupción, su acusador fue encontrado en el fondo de un rÍo (caso OMSA).

Seguimos ocupando los últimos lugares en materia de educación y los primeros en narcotráfico, corrupción, violencia de género y embarazos de menores.

Pagamos altísimos precios por los combustibles.

Pagamos una facturación energética extremadamente cara, y lo que fue planteado como solución es precisamente el eje del escándalo más grande de corrupción del presente gobierno.

Se demostró que la desprestigiada constructora Odebrecht, que tenía su oficina de pagos a corruptos en territorio dominicano, pagó 92 millones de dólares en sobornos locales. Pero sobre ese caso no hay un solo funcionario preso, más aun, uno de los mencionados es precisamente el presidente del Partido de la Liberación Dominicana.

De estas y otras cosas, muchos dominicanos tienen interrogantes, pero el candidato del gobierno, Gonzalo Castillo, no ha comparecido a ningún escenario donde pueda ser cuestionado imparcialmente.

Visto lo anterior, y como decíamos, con 20 años de gobierno, obligada es la pregunta al Partido de la Liberación Dominicana:

¿Para qué votar por ustedes?