Pocas veces en la historia contemporánea de la humanidad se había dado una perturbación internacional al unísono, que va de oriente a occidente, motivada por un elemento que compromete seriamente la salud humana y que ya ha dado lugar a miles de fallecimientos: el Covid-19 o coronavirus. Hoy vivimos la lamentable experiencia de un virus globalizado.
La pandemia que doblega al mundo, ocasionada por el Covid-19, no está, sin embargo, sola. Está acompañada por otra pandemia importante, que es la que tiene que ver con la polución, con la contaminación del aire.
En nuestra consideración ambas pandemias están ligadas a una particular forma de relación, manipulación y explotación de la naturaleza y sus recursos, por parte de seres humanos que con sus acciones conducen al planeta a un cataclismo, tal y como lo dijimos en una entrega anterior.
En un trabajo de análisis sobre la encíclica “Laudato si” del papa Francisco, el amigo y compañero de la Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD), Dr. Ingeniero Juan A. González Acosta, sostiene atinadamente, que “la destrucción de los recursos naturales y la degradación del medioambiente, es el resultado del modelo de desarrollo económico que impera hoy en el mundo, el cual se fundamenta en el principio de la factibilidad económica…”.
El modelo económico de que nos habla el doctor González Acosta, explota la naturaleza para satisfacer intereses de grupos y provoca el surgimiento de procesos que asumen cada vez más características catastróficas.
En la actualidad 10 países, siguiendo ese mismo orden, son los mayores emisores de dióxido de carbono en el mundo. Ellos son: China, Estados Unidos, India, Rusia, Japón, Alemania, Irán, Corea del sur, Arabia Saudita e Indonesia.
La lucha por la supremacía económica y política lleva a figuras y países poderosos a actuar sin miramientos. Por eso no es de sorprender las acusaciones y contraacusaciones que se hacen China y los Estados Unidos, en torno al origen del coronavirus.
Como se conoce, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de China, acusó a Estados Unidos de haber llevado el virus a Wahun (primer foco de difusión del Covid-19) el año pasado.
En el “juego” del tablero mundial, países y personas parecen entender que todo se vale: Hasta crear virus, los cuales pueden ser diseñados por evolución dirigida.
En fin de cuentas, ¿qué distancia hay entre esto y procurar y hacer la guerra? No nos quepan dudas, los intereses particulares, el modelo económico mundial dominante y los afanes de supremacía político-económica, hacen que la humanidad se encuentre en un grave peligro.
Alcemos nuestra voz para que lo que se imponga sea el bienestar de la colectividad humana, así como la protección del medio ambiente.