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Padres arriesgan vidas por la familia en combate al Covid-19

El Día Por El Día
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📷 Alexander Joubert es un médico neumólogo que ahora ofrece servicio a distancia.

SANTO DOMINGO.-Atreverse a salir del hogar y trabajar para suplir las necesidades de la familia, es un acto heroico digno de resaltar, tomando en cuenta la presencia del Covid-19 y su inminente amenaza.

Aunque hay hombres que no merecen el título de “padres” por abandonar sus hijos a la suerte, hay otros que luchan para que éstos avancen; como reza la vieja frase: «padre no es quién engendra, sino quien cría».

Es por ello que periodistas de EL DÍA recogieron testimonios de esos héroes que se dan al 100% por sus hijos.

Riesgo de enfermero
Yeison Aquino De Los Santos es esposo, padre de tres niños y enfermero de profesión. Con treinta años de edad ha echado adelante a su familia, razón por la que tiene dos trabajos.

Es parte del 30 por ciento del personal de enfermería del Servicio Nacional de Salud (SNS) con grado universitario que a principios del año eran 4,963 profesionales de un universo de 16,465 personas entre licenciados y técnicos.

Aquino es uno de los tantos padres del país que se sacrifican por la familia y el prójimo en la labor de enfermería, exponiéndose al contagio del Covid-19, responsable de más de 1,000 muertes.

Su primer empleo fue en el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 911 en Santo Domingo y hace tres años, al graduarse, solicitó traslado a la provincia Peravia, Baní, donde trabaja como enfermero de atención directa.

También labora en el Hospital San José, en San José de Ocoa, pero por la pandemia labora en el área de aislamiento con pacientes confirmados y sospechosos del virus.

“Nosotros como enfermeros somos el personal que está más expuestos, mucha gente no lo ve así, pero cuando tú te acercas y te adentras a la situación, si usted se fija, el doctor va y evalúa al paciente y crea una orden médica, pero ya el doctor estará ahí vigilante ante cualquier situación, pero nosotros somos lo que tenemos que acatar esas órdenes, los medicamentos, los cuidados de enfermería… todo eso”, indicó Aquino.

Ante la gravedad del Covid y el alto riesgo de quedar infectado y contagiar la familia, el profesional intenta protegerse lo más que puede, consciente del peligro que corre. A pesar de ello, asume los retos.

“Para mi familia eso es algo sumamente difícil…pero ella no me dice que renuncie, porque en verdad eso se vería una traición a mi carrera y al área de la salud, porque si yo tengo tantos años trabajando y he mantenido a mi familia de ahí y he sobrevivido de ahí y ahora se presenta esa situación, creo que no es algo aceptable que ahora, en el momento más difícil, donde más me necesitan, yo renuncie”, expresó el profesional.
Su familia ora para que Dios lo proteja mientras él se cuida usando los protocolos de sanidad.

El enfermero expresa sentir incomodidad por el grado de educación que muestran dominicanos al comportarse en desafío a la pandemia, lo que considera una “imprudencia”, responsable a su juicio de mayoría de contagios.

Cuando alguien entra a una Unidad de Cuidados Intensivos y ve 10 personas conectadas a ventiladores, que la vida pende de un hilo, dice que es ahí cuando ven la veracidad y seriedad del problema.

El padre de 30 años llamó a la población a acatar las órdenes que emiten las autoridades de Salud Pública para que cesen los brotes.

“No pienso rendirme”
Cuevas Pérez es un joven de 22 años de edad que ingresó a la Policía Nacional por amor hacen dos años y desde entonces se ha desempeñado como patrullero.

A pesar de su corta edad, es padre de un niño de tres años, a quien estima mucho y sustenta sin necesidad de una pensión, ya que intenta ser responsable con la expareja y madre del infante. Vive con su actual pareja y corre con los gastos de la casa y pagos de alquiler. “Cuando no tengo dinero, cojo prestado”.

El joven padre es uno de los tantos policías y militares que patrullan y luchan por ser honrados e independientes, y que se arriesgan ante el Covid-19 y la imprudencia de ciudadanos que no se acogen a las medidas preventivas.

Desde el inicio del toque de queda el pasado 20 de marzo, en cumplimiento al decreto presidencial 135-29, Cuevas ha recorrido algunas barriadas del Gran Santo Domingo en procura de que los ciudadanos cumplan con aguardarse en sus hogares como establece la orden, misma ignorada por unos.

“Hay algunas personas que sí, que tratan de cumplir, de ayudar a sus familias, pero hay otras que no, no piensan ni en ellos mismos, solamente piensan en beber, dicen disfrutar su vida pero no saben el peligro que pueden llevar a sus casas”, expresa el raso.

Otros se molestan cuando lo someten al ser sorprendidos en violación a la ley y piensan que no los cuidan o dejan disfrutar. “Aunque nosotros quisiéramos estar en nuestras casas con la familia, piensan que les estamos haciendo daños”.

“O sea, tratando de cumplir órdenes presidenciales piensan que les estamos haciendo daños, porque andan en las calles bebiendo. Uno los agarra y los mete presos, y entienden que eso es un daño. Hay otros que no, que entienden que estamos trabajando y se está cumpliendo con la ley, pero como dicen: ´en cada cabeza hay un mundo´”, expresa el patrullero

En sus dos años de experiencias, el joven policía agradece a Dios no tener hechos que lamentar, aunque ciudadanos malintencionados intentan que pierda los estribos, él no lo hace. Confiesa que aprende muchas cosas de la calle y las personas.

Orgulloso su trabajo
“He tenido momentos que son fuertes, que quisiera estar en mi casa y al ver que no puedo a veces quisiera rendirme, pero me digo ´si yo estoy adentro y luché para estar aquí, no me voy a rendir, tengo que seguir hasta que Dios quiera y lo permita.

Y no me he rendido hasta hoy y no pienso rendirme, pero he tenido momentos que no aguanto, pero sigo, y es un honor para mí hasta ahora ser policía aunque a veces me la han puesto difícil, pero sigo adelante en el nombre de Dios”, indica el alistado.

Teletrabajo
Alexander Joubert es un médico neumólogo de 62 años que por ser de tercera edad tiene un alto de riesgo de contagio, se ve impedido a salir de la casa a trabajar, sin embargo no se excusa y saca la familia adelante.

“He estado trabajando telemedicina y sirviéndoles de aquí a mis pacientes. No he salido a las calles a trabajar en esta epidemia”, expresó el especialista y padre de cuatro hijos.

Responsabilidad

— Con orgullo
A pesar de las dificultades que a diario deben enfrentar los policía y el personal de salud, para ellos es motivo de orgullo salir a de sus casas a cumplir con sus responsabilidades en tiempo de la pandemia de Covid-19.

*Por ABED-NEGO PAULINO

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