El Día 
El orgasmo es la liberación de la tensión acumulada en la actividad sexual que se traduce en una explosión de sensaciones muy placenteras.
La mayoría de las mujeres necesitan estimulación del clítoris directa o indirecta para lograr ese climax que las lleva a alcanzar el orgasmo.
La estimulación directa puede ser manual durante los juegos amorosos o en la relación oro-genital.
Debe ser suave, si es fuerte puede generar dolor y bloquear la respuesta de placer. La indirecta se produce cuando el clítoris es estimulado por el movimiento del pene, durante la relación con penetración (coital).
Generalmente en la mujer adulta y en muchas jóvenes la respuesta orgásmica está condicionada por el afecto, la confianza y sentimientos profundos hacia la pareja.
Aunque no podemos negar que ya un grupo de mujeres jóvenes está practicando la intimidad sexual sin compromisos ni obligaciones, por lo que no toman tanto en cuenta estos factores para la intimidad sexual, aunque sí pesan en la respuesta sexual.
La mayoría de mujeres son capaces de sentir orgasmos, aunque no con tanta facilidad como el hombre.
La mujer que comienza su práctica sexual y no consigue orgasmos con mucha facilidad, no significa que tenga disfunción. Comienza a conseguirlos cuando adquiere mayor conocimiento de su cuerpo, de su respuesta sexual y más confianza en sí misma y en la pareja.
Se aprende a conseguir orgasmos con el conocimiento de su cuerpo y sus reacciones, la madurez y estímulo adecuado, la mujer puede llegar a ser multiorgásmica.
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