Oración y acción por el pueblo haitiano

Oración y acción por el pueblo haitiano

Oración y acción por el pueblo haitiano

Probablemente leyeron el fragmento del mensaje del papa Francisco desde Roma en el Domingo de Pascua, dedicado a Haití para comunicar a su Pueblo aliento, confianza y esperanza al mirar el futuro.

Me permito un comentario que es un ruego y oración:
A propósito de ese mensaje del Papa sobre Haití, esperamos en Dios y los hombres de buena voluntad que colaboran, que no esté lejos el día en que el Papa proclame ante el Concierto de Naciones del mundo la necesidad de que mancomunadamente vayan en auxilio de Haití a tono con el mensaje de la Conferencia del Episcopado Dominicano del 27 de febrero del 2019, interpretando la realidad histórica y el justo orden de las cosas, claramente profético.

Haití necesita que la conciencia del mundo se abra al compromiso de levantar una nación postrada aunque violenta, autodestruida, inviable, caótica.

Que se pueda encauzar una nueva estructura internacional de apoyo, exclusiva para Haití, con participación mundial, en que se redefinan las posturas actuales de EUU, Francia, Canadá y todas las naciones, para de verdad apoyar a Haití, y tracen e impulsen un Plan Maestro de Desarrollo, sin el predominio de la oligarquía haitiana, que aborde la solución al tema hospitalario, sanitario, ecológico, de ciudadanía, que tienda a la explotación de los recursos mineros, agrícolas, turísticos, y demás.

Los recursos mineros son un gran misterio a iluminar.
El Pueblo haitiano necesita que el Gobierno dominicano y su Diplomacia, la Iglesia universal y las grandes instituciones que pueden influir sobre los gobiernos y los organismos internacionales, logren poner la mirada verdaderamente comprometida y solidaria hacia Haití en Haití, con la acostumbrada colaboración de la República Dominicana, la nación del universo más solidaria, por mucho, con el Pueblo de Haití.

Y que de una vez por todas se entienda que no hay solución dominicana al problema de Haití. Eso es fundamental.

El poder mundial tiene que servir a los pobres de Haití, más allá de las dádivas coyunturales, resucitando el primer país latinoamericano en independizarse, cuando se consideraba la colonia más rica de todas.

Salvar al pueblo haitiano en su territorio y en territorio de diversos países con posibilidades, es de extrema urgencia humanitaria. Es también imperioso por la paz en la isla, en Las Antillas y en el Continente.

*Por D. Darío Vargas