SANTO DOMINGO.-El Ministro de Hacienda, Donald Guerrero, un economista que llegó al Gobierno al principio del actual período de gobierno, se esfuerza por explicar de manera llana un tema tan complejo como es el de la deuda pública (interna y externa), con la intención de mostrar que ese elemento no representa una amenaza para la estabilidad económica del país, por lo menos en las coyunturas actuales.
Navegar por ese entramado de números luce fácil para él, pero lograr comprensión del ciudadano común (y hasta el no tan común) es una tarea más complicada.
“Somos la envidia de las economías de América Latina y el Caribe”, dice Guerrero antes de explayarse en dar estadísticas macroeconómicas que incluyen la deuda pública.
Señala que ya el país no es preocupación para los mercados internacionales y que así fue expresado en la última reunión del Directorio del Fondo Monetario Internacional.
El Gobierno tiene interés en despejar preocupaciones prescindibles sobre el nivel de la deuda pública, y el presidente Danilo Medina encomendó al Ministro de Hacienda explicar detalladamente ese tema en la próxima sesión del Consejo Nacional de Competitividad, donde convergen los principales funcionarios públicas y la cúpula empresarial.
Deuda pública
Guerrero, hablando entre periodistas, inició por lo más elemental. Explicó que la deuda es consecuencia del déficit entre los ingresos y gastos del Gobierno, factor que en diciembre de 2012 fue del 6.8% del producto interno bruto. Ese déficit fiscal para 2020 se estima habrá bajado a 2.1% del PIB (la diferencia entre los gastos programados por el Gobierno y los ingresos estimado para 2020 es de unos 110 mil millones de pesos).
Explicó que el total de la deuda pública del sector público no financiero asciende a 34 mil millones de dólares, de los cuales 23 mil millones son deuda externa y 11 mil millones deuda interna. Eso equivale al 39.1% del PIB, de lo cual el 2.1% corresponde a deudas intragubernamentales (títulos de Hacienda en poder del Banco Central).
El Ministro de Hacienda entonces sugirió comparar “manzanas con manzanas”, para decir que ese 39.1% de deuda del sector público no financiero es menor al promedio de la región, que es del 44%, también del sector público no financiero.
¿Porqué su énfasis? Porque la deuda del Banco Central, conocida como déficit cuasi fiscal, representa el 13% del PIB adicional, lo que coloca en 52% del PIB la deuda consolidada del sector público no financiero y el financiero.
Indica que esa deuda del Banco Central no pesa en el presupuesto ni en las finanzas públicas, pues es propia del mismo órgano emisor (de la política monetaria).
El gasto
Donald Guerrero, al ser cuestionado sobre el gasto, también ofrece el lado amable, al señalar que el nivel del gasto en República Dominicana llega al 17.5% del PIB, mientras que el promedio de América Latina es de 22%.
Explicó el bajo gasto a la poca presión fiscal en el país que es de apenas 15% en 2019.
Esa diferencia entre el gasto y la presión fiscal da como resultado del 2.5% del déficit fiscal estimado para este año, mientras que para 2020 se contempla reducir esa diferencia a 2.1%.
El funcionario admitió que en la calidad del gasto se pueden hacer mejoras, pero defendió lo que a su entender ha sido una política correcta por parte del Gobierno, ya que la mayor parte del incremento del mismo ha estado dirigido a educación y salud.
Afirma que el gasto social, en el que incluye el sector salud con énfasis en la construcción y equipamiento de modernos hospitales, constituye una inversión de largo plazo.
“Estamos creando un nuevo dominicano. Se verá con el tiempo ese nuevo ciudadano de las estancias infantiles y de la tanda extendida”, señaló.
El explicar el próximo presupuesto, también empieza por lo más elemental. Se contemplan ingresos por RD$750 mil millones y gastos por RD$850 mil millones, el origen del déficit de los 110 mil millones de los que hablaba inicialmente.
Entre los gastos hay RD$136 mil millones para amortización de capital y reducción de la deuda. De esos, hay 87 mil millones para el pago de deudas que vencen en 2020 y la política del Gobierno es refinanciarlas para no convertir al país en un exportador neto de capitales.
Sector eléctrico
En su visión optimista de la economía no deja pasar la oportunidad de hablar de Punta Catalina, que afirma estará en servicio de manera estable entre finales de este año y principios del próximo.
Explicó que el eléctrico constituye uno de los problemas estructurales de la economía dominicana y que el mismo tiene dos componentes: la generación y la comercialización. De forma enfática afirmó que el tema de generación quedará resuelto con la entrada de Punta Catalina y del gasoducto hacia el este de AES.
Informó que la primera unidad de Punta Catalina está generando de manera estable unos 370 MW y se espera que en diciembre la segunda unidad también esté generando 370 MW de manera estable.
Señaló que eso y la conversión a gas natural de las plantas de AES le ofrecen al país 1,500 megavatios a bajo costo, lo que tiene un impacto de unos 450 millones de dólares al año en reducción del subsidio al sector eléctrico.
Guerrero se esfuerza en mostrar una visión optimista de la economía dominicana en contraposición a los múltiples planteamientos pesimistas que ofrecen otros sectores, incluyendo el comercio, que se queja de un crecimiento muy tímido.
Hoyo eléctrico
—1— Deuda eléctrica
De los US$23 mil millones de deuda externa, US$13 mil millones son del sector eléctrico.
—2— Las pérdidas
Reducir un punto porcentual de las pérdidas de la comercialización requiere una inversión de unos 40 millones de dólares.