Opresión social y silencio hoy

Nuestra intención es ponernos al lado de los que sufren, tienen hambre y se encuentran esclavizados por el miedo y la impotencia. Pronunciarnos en contra de los explotadores y denunciar a aquellos que han estado al lado de los poderosos.
No podemos seguir callados y mucho menos indiferentes frente a una deplorable situación de injusticia.
Nunca dejaremos de denunciar la situación de maltrato a los médicos,
el atropello cometido en Santiago contra los periodistas que reclamaban el esclarecimiento de la muerte de un compañero, el despido de miles de trabajadores, la desintegración de la familia, la corrupción, el silencio culpable de aquellos que deben denunciar todo esto y no lo hacen por complicidad, la inseguridad, el abandono del campo para irse a las ciudades a vivir en peores condiciones, la usura, las fortunas que exhiben grupos que antes eran pobres entre los pobres, la ineficiencia del Gobierno y de las llamadas fuerzas vivas del país, etc.
Debemos tener un mensaje para todos los hombres y mujeres que tienen hambre y sed de justicia; debemos ayudar a los desvalidos para que conozcan sus derechos y hagan uso de ellos.
No podemos ni queremos hacernos responsables con nuestro silencio, al contrario, queremos hacer nuestro el compromiso de denunciar las injusticias; nos colocamos al lado de los oprimidos exigiendo a las autoridades y clases dirigentes que eliminen todo cuanto destruye la paz social.
No pretendemos hacer demagogia. Nuestra intención es clara y definida: estar al lado de los que sufren y se les ha negado toda posibilidad de recuperar su dignidad. Denunciar enérgicamente las desigualdades tan grandes que existen entre pobres y ricos.
Debemos agrandar la conciencia de solidaridad con los pobres. Solidaridad que nos lleva a hacer nuestros sus problemas y luchas. Saber estar con ellos, acompañándolos.
El pueblo, que nada tiene porque todo se le niega y se le quita, siente que no hay salida, que todos los caminos se le han cerrado, pero queremos decirle que sienta la seguridad de que no todo está perdido, pues hay hombres y mujeres que estamos dispuestos a ponernos al lado de los que nos necesitan.
El compromiso es con el nacimiento de un nuevo orden, donde se dé el paso de condiciones menos humanas a condiciones más humanas. Donde la lucha sea por la liberación del hombre.