Santo Domingo.-La Conferencia del Episcopado Dominicano pidió al Gobierno dominicano elevar una protesta formal ante Estados Unidos acerca de las “extralimitaciones” de su embajador en tierra dominicana.
Manifestaron que, con sus acciones el embajador de Estados Unidos, James Brewster, ha mostrado poco respeto a los usos y costumbres de la sociedad desde que llegó al país y ha violado la Constitución de la República y la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
Precisaron que el embajador viola la Constitución dominicana al acudir a escuelas y clubes deportivos con su pareja Bob Satawake, a quien presenta como su “esposo”, enseñando a los niños un modelo de familia incompatible con el contemplado en la Carta Magna.
Citaron que la Constitución dice en su artículo 55: “La familia… se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla”.
“Ellos están tratando de confundir a nuestra juventud y niñez presentándoles un modelo distorsionado de familia, menospreciando, de esta manera, la autoridad de nuestras leyes”, refirieron.
Que entreguen visas
Por otro lado, recordaron que en su discurso en la Cámara Americana de Comercio Brewster respondió a quienes lo criticaron por entrometerse en los asuntos internos que “a quien no le guste cómo está actuando el representante de los Estados Unidos en el país que devuelva su visa”.
A su juicio, esa respuesta sirve como amenaza, porque, aunque fue desmentida oficialmente, en la población queda el miedo a expresarse por temor a que se le quite el permiso.
Cámara LGBT
La Conferencia del Episcopado Dominicano apuntó que no es menos preocupante la insinuación de oferta de dinero que hizo la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) para los candidatos políticos que apoyen al colectivo de gays, bisexuales, transexuales y lesbianas (LGBT).
Dijeron que el ofrecer dinero para financiar aspirantes que estén dispuestos a promover su agenda “es una violación a la soberanía nacional y a sus leyes electorales y representa un chantaje grave hacia la política nacional”.
Agregaron que estas y muchas otras acciones más han ido creando un clima de malestar e inquietud en un sector mayoritario del país, pues están viendo su intromisión en la cultura y en los asuntos internos de la nación.
Indicaron que cada vez es más difícil aceptar esta injerencia del Embajador, pues existe un reglamento para los diplomáticos en todo el mundo que los conmina a no inmiscuirse en los asuntos internos del Estado.
Ese principio está consagrado en el artículo 41, párrafo 1 de la Convención de Viena, que dice: “Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas que gocen de esos privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor”.
No lo rechazan por gay
La Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó que su rechazo no es a la persona del Embajador y su pareja, ni a su condición de homosexuales, pues la respetan.
Lo que rechazan es el abuso de poder en su modo de actuar, que es contrario a sus competencias como embajador, que como dijeron, viola las leyes internas del país y las leyes internacionales de la diplomacia.
“Enfatizaron que no es un tema trivial, como algunos han pretendido decir, pues está en juego la soberanía de la nación y sus valores tradicionales.
Por eso, exigieron a las autoridades dominicanas tomar este asunto con responsabilidad y ofrecer una respuesta inmediata.
