Obispo Higüey pide frenar la criminalidad

La Altagracia, Higüey.- El obispo de Higüey, monseñor Nicanor Peña, denunció que la los atracos, asesinatos, robos y otros crímenes están a la orden del día en ese municipio.
El religioso dijo que se reunió con el comandante de la Policía de Higüey y el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, a quienes les pidió poner fina esas fechorías.
Asimismo, Peña reconoce que el problema no es exclusivo de Higüey, empero llamó a trabajar a los fines de evitar que la delincuencia siga en aumento.
Debilidad en la Justicia
Peña afirmó que el auge del crimen se debe a debilidades en la Justicia.
Tras deplorar la situación el religioso pidió que se aplique todo el peso de la ley, principalmente a quienes son reincidentes.
No puede ser que una persona reincidente, consuetudinaria, ande libremente como si no pasara nada, hay que aplicar castigos ejemplares, dijo.
Contrario a otros puntos del país en donde la mayoría de los actos delictivos son perpetrados por menores, en Higüey quienes delinquen son personas adultas.
Sin embargo, reconoció que un gran número de menores de edad se involucra en todo tipo de fechorías y son utilizados por adultos para empujarlos a la delincuencia, tomando en cuenta que la ley es más flexible con ellos.
En ese sentido favoreció que los menores de edad reciban penas según el delito que cometan.
Otro elemento que según Peña influye en el aumento de la delincuencia es el uso de drogas, lo que impulsa al adicto a hacer de todo para conseguirla, incluyo atracar y matar.
La droga crea una dependencia y lleva al muchacho a que cuando no tiene la sustancia acude a cualquier medio para conseguirla y ahí vienen los atracos, robos y asesinatos, manifestó.
El común denominador del problema en Higüey y en todo el país es que los hechos ocurren tanto de noche como a plena luz del día, lo que tiene en vilo a la población.
Así lo expresó Jessenia Castillo, quien llamó a las autoridades dar más condiciones a las principales vías con su debida iluminación, para así evitarel auge de la delincuencia y la prostitución.
Aunque la prostitución no es un delito, Castillo deploró que la misma se observa de manera descarada hasta en las inmediaciones del Santuario de Higüey y la basílica.
Higüey es un pueblo muy visitado porque allí se encuentra uno de los principales templos religiosos del país, por lo que su obispo Nicanor Peña espera no se vea afectado por la delincuencia.
Los turistas El religioso alertó sobre el auge de los puntos de venta de drogas, lo que a su juicio tiene entre sus mayores clientes a turistas que vacacionan en el país y acuden a ellos para alimentar su vicio; lamentó que los jóvenes entren en el negocio.