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Obispo coadjutor, con 56 años, prevé largo episcopado

  • Monseñor Morel fue designado sucesor de monseñor Ozoria. __Función. Asume arzobispado capitalino al renunciar el actual

El 7 de diciembre asumió como obispo de La Vega y ahora es trasladado a Santo Domingo
El 7 de diciembre asumió como obispo de La Vega y ahora es trasladado a Santo Domingo

SANTO DOMINGO.- La designación de Tomás Morel Diplán como arzobispo coadjutor de la Arquidiócesis de Santo Domingo con derecho a sucesión marca, en los hechos, el inicio de una nueva etapa en la conducción de la Iglesia católica dominicana.

Aunque la transición formal está previsto que ocurra cuando Francisco Ozoria Acosta presente sin renuncia por cumplir 75 años en 2026, que es la edad canónica para hacerlo de manera obligatoria, el proceso de relevo ya está en marcha. Con la designación de Tomás Morel Diplán como arzobispo coadjutor con derecho a sucesión.

A diferencia de un obispo auxiliar, un arzobispo coadjutor, desde el momento de su nombramiento, comparte el gobierno pastoral y administrativo de la arquidiócesis junto al arzobispo ordinario. Eso significa que Morel Diplán ya participa directamente en las decisiones clave de la Iglesia capitalina.

Este mecanismo, previsto en el Código de Derecho Canónico, es utilizado por el Vaticano para garantizar continuidad institucional y estabilidad pastoral en diócesis consideradas estratégicas, como lo es Santo Domingo, la más antigua de América y con un peso simbólico y político importante en el país.

Morel Diplán asume gradualmente atribuciones que facilitarán un traspaso fluido, sin vacíos de poder ni interrupciones en los planes pastorales.

Este tipo de transiciones no es común en la historia de la Iglesia dominicana, lo que subraya la relevancia de esta decisión papal.

Un largo futuro

Monseñor Diplán tiene su origen en la arquidiócesis de Santiago, donde fue ordenado sacerdote en el año 2000 y hasta 2024 fue obispo auxiliar, pero sin designación proyectó un largo episcopado, pues cuenta con 56 años, lo que indica que, salvo situaciones inesperadas en el camino, podría durar unos 20 años como arzobispo, lo que a su vez lo coloca en un camino preferencial para optar por la distinción de convertirse en el tercer cardenal nacido en República Dominicana.

Antecedente

Movimiento

En la historia reciente dominicana, un movimiento similar se recuerda en los años sesenta, cuando Hugo Eduardo Polanco Brito fue designado coadjutor del entonces arzobispo y luego cardenal, Octavio Antonio Beras, en el contexto crispado de la Revolución de 1965.

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