Obama y Romney, Parte 1

Barack Obama es el actual presidente de los Estados Unidos, candidato a la reelección por el Partido Demócrata en las elecciones a celebrase el próximo 6 de noviembre, y Mitt Romney su contendiente en representación del Partido Republicano.

El presidente es afroamericano, cuasi-liberal, abogado, antiguo congresista por Illinois, político, cristiano, casado con 2 hijas; y su contendiente anglosajón, conservador, administrador de empresas, antiguo gobernador de Massachusetts, empresario, mormón, casado con 5 hijos.

El resultado de esta contienda tendrá un enorme impacto sobre el resto del continente, especialmente para aquellos que habitamos territorios al sur de los Estados Unidos de América. Por ello, iremos repasando algunas de las posturas de ambos candidatos, con miras a ayudar en prever qué impacto puede haber de ganar el uno o el otro.

Romney arrancó su campana sobre una plataforma contraria a la inmigración, representando su elección una amenaza potencial para dominicanos y demás latinos que habitan en ese país.

Aún no se le conoce documento o pronunciamiento que reconozca la importancia de sus vecinos al sur, especialmente la potencia naciente de Brasil.

Por el contrario, su plataforma cita actitudes hostiles hacia Venezuela y el mantenimiento de las posturas de las últimas décadas contra Cuba.

De llevarse a cabo estas doctrinas, obviamente veríamos una vuelta hacia posiciones más extremas de parte de estas dos naciones, amenazando con ello la estabilidad regional.

Los Demócratas reafirman su lucha contra la producción y tráfico de drogas, postura muy semejante a la llevada a cabo por el presidente actual. Tanto Romney como Obama siguen ignorando que el mercado de estupefacientes solo es viable en las magnitudes actuales, gracias a los consumidores que habitan su propio país.

En fin, en este primer y rápido análisis se percibe que el triunfo de Romney, lejos de representar el anhelado acercamiento entre el coloso del norte y sus vecinos al sur, representaría un alejamiento aún mayor al que tenemos con la administración Obama.