- Publicidad -

- Publicidad -

No son “chivatos”

El Día Por El Día

No creo que un padre debe ser tildado de “chivato” si decide alertar a las autoridades sobre “movimientos raros” en el sector donde vive, sobre todo si de lo que se trata es de un  punto venta de narcóticos. Si lo hace, al menos así lo entiendo yo que tengo hijos, asume la responsabilidad que le compete a todo ciudadano que se respeta.

“Chivato” es similar a delator o soplón, calificativos que de ninguna manera aplican para quien denuncia actividades de ese tipo. Esos términos, comunes en los tiempos de convulsión política, les caben a alguien enquistado en algún organismo de seguridad, con la misión expresa de reportar cosas ajenas a las citadas.

Creo, sinceramente, que si un ciudadano se preocupa por las aberraciones que ponen en peligro a su comunidad, jamás debe ser acusado de delator o soplón, aunque estoy consciente de que en este país son muchos los que se derriten por tener un carné de  la Policía, de la DNCD, del DNI o de cualquier agencia de espionaje.

Hace poco, y por eso el comentario, el comunicador José La Luz hablaba junto a sus compañeros del Gobierno de La Mañana, por la Z-101, de un asunto que tenía que ver con las drogas y alguien, creo que Daniel García Archibald, le decía que llevara su queja a la DNCD y la respuesta cortante que un “yo no soy chivato”.

Es probable que el querido amigo La Luz -a quien nunca he tratado- tanga razón, pero como padre, y sabiendo el peligro que implica tener un punto de droga en nuestro vecindario- debe actuar con la responsabilidad que le caracteriza como comunicador que bajo ninguna circunstancia calla los agravios.

No es -sin embargo- que él no tenga razón, a juzgar por la desconfianza del ciudadano hacia muchos agentes de la ley, en este caso de la DNCD y la Policía, además del descrédito en que los malos han sumido a sus instituciones, aunque dicho sea de paso estos son los menos.

Soy de los que entiende que si al lado de mi casa montan un punto de droga y yo no reacciono inmediatamente me hago cómplice de sus dueños. No es que personalmente los enfrente, porque esa, obviamente, no es mi tarea. Lo que debo hacer, como ciudadano y como padre, es buscar la vía de hacer llegar el asunto a la autoridad.

Como el buen amigo La Luz reaccionan otros miles de ciudadanos, probablemente frustrados por la desacertada forma cómo se han manejado algunos agentes, pero aseguro que cuando las denuncias van al lugar apropiado no se puede temer. Para eso hay un personal, seleccionado con certeza, para evitar errores.

En el caso de la DNCD, y repito puedo hablar de eso, hay vías apropiadas para decirle no a quienes se instalan en lugares determinados para vender estupefacientes. Se puede hacer por correo electrónico y por teléfono, sin el temor de que algún dato sea filtrado a los que se dedican a esa diabólica actividad.

Es más, si alguien quiere probar que llame directamente el jefe antidrogas, Rolando Rosado Mateo, de inmediato recibirá una respuesta oportuna. Y lo mismo puede hacer en la Policía con José Armando Polanco Gómez o el su portavoz, Nelson Rosario Guerrero. Esa es gente confiable, de eso estoy seguro.

Etiquetas

El Día Digital

Periódico independiente.

Artículos Relacionados

Lo sentimos, ningun texto coincide con tu Criteria.