No se canse, insista Presidente

Mientras para unos la atención del Gobierno debería estar centrada en la economía en estos tiempos de incertidumbre, particularmente por el pobre desempeño de los Estados Unidos de América en este campo, el presidente Luis Abinader no deja pasar una oportunidad para llamar la atención acerca de la profundidad de la crisis haitiana.
Ayer la enfocó de nuevo en la reunión que tuvo en Washington con el secretario de Estado Marco Rubio.
Para quienes están lejos del Caribe, y más aún, con sus fronteras bastante alejadas de Haití, el desastre que lo abate debe de ser un asunto de consideración, pero no para dedicarle recursos materiales y humanos muy necesitados en el país con el estamos obligados a convivir.
Los recursos económicos son, sin duda, urgentes, pero también la presencia de técnicos y burócratas que garanticen la utilización apropiada de las ayudas, porque no es posible esperar que unas administraciones incapaces hasta ahora para mantener instituciones y facultades a flote, entre ellas la autoridad y la eficiencia del Estado, tendrían la calidad para cambiar una realidad que los aplasta.
Como amenaza con destruirlo todo en la isla, entre otras cosas la moral de quienes son puestos en la línea del frente para la guarda de la frontera.
Esta debe de haber sido la segunda ocasión en la que el secretario de Estado Marco Rubio oye al presidente Abinader hablar del asunto haitiano como una prioridad en la región del Caribe.
Cuando estuvo en el país a principio de febrero pasado, entre los temas tratados emergió el de la crisis haitiana. Ahora ha ocurrido de nuevo en el encuentro que han sostenido con ocasión de la visita de Abinader.
Insista señor Presidente, no se canse.
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