Nicolás Maduro, el exconductor de autobús que promete continuar la obra de Chávez

CARACAS, Venezuela.-Nicolás Maduro, un ex conductor de bus y sindicalista que se declara «apóstol» de Hugo Chávez, afrontará el difícil reto de llenar el vacío dejado por el carismático presidente y garantizar la continuidad de su obra si gana las elecciones este domingo en Venezuela.
Designado por Chávez como su heredero político, Maduro, de 50 años, ha centrado su campaña en la imagen del fallecido presidente, insistiendo en que es su «hijo» y que sólo su victoria permitirá mantener los beneficios sociales de la revolución chavista. «Nunca esperé esto. Jamás.
Pero fue absolutamente conmovedor y sorprendente que un jefe al que amamos y al que siempre hemos apoyado con lealtad, en un momento dado te diga: ‘Mira, voy a una operación y hay tres escenarios: uno es que no pase la operación, el segundo es que quede muy delicado y en esos dos casos te toca a ti, tú debes asumir el mando'», afirmó el presidente interino en una reciente entrevista exclusiva con la AFP.
El candidato chavista ha reiterado una y otra vez su intención de serle fiel a Chávez y seguir su programa de gobierno. La voz en «off» de Chávez preside sus mítines y su figura inspira sus discursos igual de radicales.
Al líder opositor Henrique Capriles Radonski -su contrincante del domingo-, por ejemplo, lo califica de «burguesito», de «caprichito», y lo ha acusado de tramar un plan para desconocer los resultados electorales y promover la violencia en el país.
Pero en esta campaña ha insinuado un estilo propio, impregnado de altas dosis de misticismo, cuando silba imitando a un «pajarito» en el que según él se había encarnado Chávez, y de histrionismo, cuando en una parodia de Capriles escenifica «el baile de la obsesión», que consiste en gritar «¡¡Nicolassssssss Nicolasssssss!!», moviendo el cuerpo como si tuviera un ataque de nervios.
Consciente del valor de la familia en Venezuela, aparece en la tarima con su esposa, Cilia Flores, un peso pesado del PSUV (partido en el poder) diez años mayor que él, a la que define como «primera combatiente», con su hijo y sus nietos, entre ellos la pequeña Victoria, nacida pocos días después de la «victoria» de Chávez el 7 de octubre pasado.