Santo Domingo.- El mundo está atravesando un pico inflacionario de una duración considerable. En los primeros meses de 2022, se hizo cada vez más evidente que este año y el próximo, prevalecerán tasas de inflación muy por encima del 2,0% que tanto expertos como Bancos Centrales habían pronosticado.

Según el reciente análisis de McKinsey & Company, Navigating inflation: A new playbook for CEOs, en Estados Unidos, el índice de precios al consumidor aumentó un 8,5% de marzo de 2021 a marzo de 2022, un 7,5% en la eurozona y un 7% en el Reino Unido.

En el ámbito nacional, de acuerdo a los datos del Banco Central de la República Dominicana, la inflación interanual desde marzo de 2021 a marzo de 2022, se situó en 9.05 %, 2.3 veces superior al 4.0 % del centro del rango meta. El resultado interanual incluyó la inflación de 2.80 % de los primeros tres meses del año 2022 que se vieron impactados por los comportamientos en los mercados mundiales tras el conflicto Rusia-Ucrania.

¿Cómo pudieran los directores ejecutivos guiar a sus equipos de gestión durante este período?

Al igual que los directores de bancos centrales, los directores ejecutivos necesitan una guía de gestión para la inflación. Esta guía puede ser entendida por medio de preguntas claves a sí mismos y a los ejecutivos senior de las áreas operativas más importantes. Estas son algunas preguntas importantes a considerar:

● ¿Dónde verán el valor agregado los clientes en este nuevo entorno? ¿Cómo diseñar productos, servicios y experiencias para ofrecer este valor agregado?
● ¿Cuál es la ruta más rápida para estabilizar y rediseñar las cadenas de suministro que han sido afectadas, y en el peor de los casos, rotas? ¿Qué capacidades serán necesarias para incrementar la resiliencia de mi empresa y controlar los costos?
● ¿Cómo puedo ayudar a los líderes de compras para crear valor en sus operaciones? ¿Cómo afecta la dinámica del nuevo talento la compensación, los beneficios y las normas laborales? En un mercado laboral volátil como el actual, ¿Qué puedo hacer para atraer y retener a colaboradores?
● ¿Cómo abordar el tema de revisión de precios en un mercado inflacionario?
● ¿Cuáles son mis prioridades y cómo puedo organizarme para llevar a cabo mi guía de gestión?

En un escenario nuevo para las empresas privadas, los directores ejecutivos juegan un papel importante para establecer una dirección clara, alinear la organización y gestionar a las partes interesadas en tiempos de crisis o cambio. En ese sentido la consultora global, McKinsey & Company, brinda seis puntos clave a considerar en la estrategia de gestión de un CEO.

Rediseñar las ofertas de productos y servicios por valor y disponibilidad – resulta necesario para responder a la volatilidad de las materias primas, la escasez de componentes y los costos más altos de producción, mientras se mantiene la funcionalidad principal que requieren los clientes. Se contempla:

● Reestructurar rápidamente productos y servicios que necesiten adaptarse.
● Reinventar la forma en que provee su servicio.
● Promover productos sustitutos cercanos.

Construir cadenas de suministro digitales, integradas, transparentes y ágiles – McKinsey & Co. recomienda a las empresas actuar en puntos claves conjuntamente con sus colaboradores con el fin de mitigar sesgos en las cadenas de suministro:

● Hacer visible toda su cadena de suministro.
● Identificar y gestionar los riesgos potenciales de la cadena de suministro.
● Hacer que la planificación de principio a fin sea una prioridad.

Transformar las compras para crear valor, además de reducir costos – los líderes de compras resultan ser socios estratégicos al expandir su enfoque del costo de los bienes vendidos a la creación de valor. En respuesta a estas necesidades, los líderes de adquisiciones han implementado acciones que antes habrían tomado meses y años:

● Ampliar el enfoque del negocio:
● Basar los contratos en la realidad actual.
● Repensar y reestructurar la logística.
● Invertir en tecnología y automatización de procesos.

Adaptarse al nuevo juego de talentos – ¿por qué renuncian los empleados? – según las cifras, el costo de cambiar de trabajo se ha reducido significativamente y hay menos estigma asociado a las lagunas en el currículum. También resaltan factores como líderes indiferentes, expectativas insostenibles de desempeño laboral y falta de crecimiento profesional. Para reconstruir relaciones y retener al mejor talento, los directores podrían adoptar un nuevo enfoque hacia el talento:

● Repensar la compensación salarial y beneficios, mejorar expectativas de crecimiento, flexibilidad y ambiente laboral.
● Hacer tu modelo de trabajo sea atractivo y diferenciador.
● Buscar trabajadores no tradicionales y latentes.

Establecer precios para fortalecer las relaciones con los clientes – a medida que aumentan los costos, la revisión de precios para mantener los márgenes suele ser desagradable para las empresas, por ello se puede adoptar un papel conciliador.

● ¿Cómo podemos ajustar descuentos y promociones para maximizar las palancas no relacionadas con los precios?
● ¿Las métricas pueden ayudarnos a personalizar de manera más efectiva?
● ¿Podemos comunicar nuestro valor de manera más efectiva?

Una oficina de gestión del programa de inflación – Los CEOs pudieran optar por oficinas especializada para su programa de inflación, un centro que beneficie a toda la empresa al mejorar el ritmo y la calidad de su toma de decisiones, aportando concentración en la acción estratégica y en reducir riesgos.

La resiliencia organizacional es clave en un mundo tan cambiante como el actual. De igual manera, en un escenario incierto, el rol del CEO va más allá de pensar en rentabilidad. Este se enfoca en cuidar a todos los grupos de interés de la empresa a través de un actuar ágil y estratégico, a pesar de los picos inflacionarios. Las estrategias mencionadas pueden guiar el camino de toma de decisiones de los gerentes en favor de sus organizaciones.

Con una guía adecuada, los directores ejecutivos gestionarán con éxito el impacto del entorno actual inflacionario y establecerán un nuevo nivel de resiliencia organizacional, sin importar a dónde se muevan los precios a continuación.