Equipos pesados son utilizados en la reparación de los daños provocados por el huracán en una de las calles de Nagua. Foto: Elieser Tapia/El Día.
NAGUA, María Trinidad Sánchez.-Luego de los estragos causados por el huracán Irma, Samaná y Nagua han empezado a recuperar su normalidad aunque decenas de familias permanecen sin hogar debido al fuerte oleaje y los vientos.
Desde las primeras horas de la mañana los dueños de comercios y propietarios de hogares empezaron a reparar los daños provocados por el fenómeno que a su paso frente a la costa de Nagua derribó árboles e incomunicó diversas zonas por varias horas.
El servicio energético ya ha sido restablecido en más de un 70% en ambas demarcaciones en las que se registraron apagones superiores a 13 horas. Sin embargo, aún decenas de redes eléctricas están colapsadas principalmente por la caída de postes de luz.
Según los organismos de socorro la mayoría de las personas que fueron desplazadas a refugios ya se encuentran en sus hogares.
Samaná y la provincia María Trinidad Sánchez fueron de las zonas en las que Irma dejó los mayores daños con el desplome más de 80 viviendas.
Entre los lugares más afectados en Nagua está el barrio Boba, donde las ráfagas de viento del poderoso huracán Irma derribaron casi una veintena de casas de madera, dejando a la intemperie a varias familias.