Pocas horas después de que medios se hicieran eco sobre temores de algunos sobre una posible impunidad del asesinato del presidente Jovenel Moïse, desde Haití se divulgó la información de que se ha solicitado a las Naciones Unidas la asistencia para la investigación del magnicidio.
Se envía con este gesto el firme mensaje de que los haitianos están interesados en que los posibles culpables del crimen paguen por sus hechos y que ese pueblo vuelva a rescatar la confianza en sus autoridades.
Desde siempre se había insistido en que el nuevo Gobierno, instalado a raíz de la muerte de Moïse, reclamara la ayuda de la comunidad internacional ante la gravedad de este hecho, lo que parece entender el régimen del primer ministro Ariel Henry.
A pesar de las dificultades, las autoridades haitianas han apresado a varias personas y se han emitido órdenes de captura contra otras como parte de la trama que hubo contra la vida del mandatario.
TC y Código Penal
Todos los caminos conducen al Tribunal Constitucional por la disputa “enfermiza” que rodea el proyecto de reforma del Código Penal.
Los sectores en pugna han visto la iniciativa como algo de vida o muerte, con la resistencia de que nadie ceder ni nadie quiere perder. Muchos olvidan sobre la necesidad de nuevas normas, nuevas contra el crimen y la corrupción. Lo otro se discute después.
