SANÁ.- Decenas de miles de partidarios de la oposición yemení se manifestaron el jueves sin incidentes en Saná y en Adén (sur), donde fueron dispersados por la policía, para reclamar un cambio de régimen, tras el anuncio de concesiones hecho por el presidente Alí Abdalá Saleh.
«Continuaremos nuestra lucha pacífica hasta la caída de este régimen injusto», afirmaron oradores del Foro Común, una alianza de la oposición parlamentaria, al tomar la palabra ante una multitud de 100.000 personas, según los organizadores.
Por otra parte, cientos de personas se manifestaron en contra del régimen de Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años, en Adén, antes de ser dispersados por la policía. Otras ciudades del sur de Yemen fueron escenario de manifestaciones contra el poder central y en favor de la independencia, convocadas por el Foro Común.
En la capital, una contramanifestación fue organizada por el partido en el poder, el Congreso Popular General (CPG), en la plaza Al Tahrir (Plaza de la Liberación), donde la oposición había previsto manifestarse, obligando a los protestatarios a cambiar el lugar de su reunión.
Los organizadores de esta contramanifestación aseguran haber contado con la participación de casi 100.000 personas. En la plaza Al Tahrir, los partidarios del régimen gritaban consignas de apoyo al presidente y hostiles a la oposición: «Con el alma, con nuestra sangre, nos sacrificaremos por Yemen».
El CPG trata de retomar la iniciativa, después de la decisión anunciada el miércoles por Saleh de no presentarse a un nuevo mandato cuando termine el actual en 2013 y de no transmitir el poder a su hijo.
El presidente llamó a la oposición a anular las manifestaciones y a reiniciar el diálogo en favor de un gobierno de unión nacional. Pero la oposición, inspirada en la sublevación en Túnez y Egipto, no quiso cambiar de planes.
«Nuestra manifestación hoy es un acto de lucha pacífica», declaró Najib Ghanem, diputado del partido islamista Al Islah, miembro del Foro Común.
«La revuelta por la justicia comenzó en Túnez. Se prosigue hoy en Egipto, y mañana Yemen se sacará de encima la injusticia», prosiguió Ghanem. «Que Dios ayude al pueblo egipcio frente al tirano Hosni Mubarak», repetían en coro los manifestantes, protegidos por un servicio de orden, mientras la policía se mantenía a distancia para impedir todo incidente.
«No a un régimen hereditario, no a una prolongación del mandato» del presidente Saleh, clamaban en una banderola los manifestantes de la oposición reunidos en las tres grandes avenidas que llevan a la universidad de Saná.
La plaza Al Tahrir tiene el mismo nombre que la céntrica explanada de El Cairo que es escenario de enfrentamientos entre opositores y partidarios de Hosni Mubarak.
La oposición yemení parece haber preferido evitar la confrontación: en la mañana, sus partidarios recorrieron las calles de la capital a bordo de automóviles, llamando mediante altavoces a sus partidarios a reunirse cerca de la universidad de Saná. Por la tarde no se tenían noticias de incidentes graves entre manifestantes partidarios y opositores al poder.
El presidente estadounidense Barack Obama elogió «las reformas importantes» anunciadas por Yemen y pidió «moderación y abstenerse de toda violencia contra los manifestantes».