NUEVO BATAAN, Filipinas.-Los rescatistas escarbaban entre el lodo y los escombros el viernes para recuperar más cadáveres que un poderoso tifón dispersó en un valle agrícola en el sur de las Filipinas, con cifras que ya superan los 500 muertos y 400 desaparecidos.
Más de 310.000 personas han perdido sus hogares desde que el tifón Bopha azotó el martes y atestan centros de evacuación o se hospedan con parientes, apoyándose en suministros de alimentos y de otros pertrechos de emergencia que les envían agencias gubernamentales y grupos de ayuda.
«Quiero saber cómo ocurrió esta tragedia y cómo prevenir que se repita», dijo el presidente Benigno Aquino III durante una visita al poblado de Nuevo Bataan, que recibió la peor parte del desastre, donde intensos vientos y lluvias azotaron el área.
Las autoridades han confirmado 252 fallecimientos en el Valle de Compostela, que incluye a Nuevo Bataan, y 216 en la cercana provincia de Davao Oriental.
Casi 40 más perdieron la vida en otras partes y más de 400 siguen desaparecidos, aproximadamente dos terceras partes tan sólo en Nuevo Bataan.