Tras conversar durante el sepelio con la familia del soldado muerto en Irak, Walter Jones llegó a la conclusión de que el costo humano del conflicto armado era intolerable.
Washington.- El congresista estadounidense Walter Jones, que ganó notoriedad en los últimos años por arrepentirse de su apoyo a la intervención militar en Irak, falleció este domingo a consecuencia de una caída sufrida en su domicilio el pasado mes de enero, informó su oficina en un comunicado.
Jones, de 76 años, representó durante 24 años al estado de Carolina del Norte desde la bancada del Partido Republicano, aunque había iniciado su carrera política como miembro del Partido Demócrata.
“El congresista Jones será recordado por su honestidad, fe e integridad. Nunca tuvo miedo a posicionarse en función de sus principios. Era conocido por su independencia y ampliamente admirado por todo el espectro político. Muchos no estuvieron de acuerdo con el pero todos reconocen que siempre hizo lo que consideró correcto”, señala la nota.
Jones apoyó en 2002 al entonces presidente, el republicano George W. Bush, en su decisión de invadir Irak en base a los informes de inteligencia que apuntaban que el Gobierno de Sadam Husein estaba desarrollando un arsenal de armas de destrucción masiva.
El respaldo del congresista a esta decisión fue tal que en 2003, ante las críticas del Gobierno francés a la intervención militar estadounidense, promovió una medida para cambiar en la cafetería del Capitolio el nombre de las “patatas fritas” (“french fries” en inglés) por el de “patatas de la libertad” (“freedom fries»).
Apenas un año más tarde, en 2004, un informe elaborado por inspectores estadounidenses con apoyo de las principales agencias de inteligencia constató que las sospechas sobre la producción de armas masivas en Irak eran infundadas.
Sin embargo, no fueron estas conclusiones las que llevaron inicialmente a Jones a arrepentirse de su apoyo a la guerra, sino su asistencia al funeral de un sargento de la Infantería de Marina que había fallecido en el país árabe debido a la explosión de una granada.
Tras conversar durante el sepelio con la familia del soldado, el político llegó a la conclusión de que el costo humano del conflicto armado era intolerable.
A raíz de este episodio, el republicano comenzó a escribir con regularidad a los familiares de los militares estadounidenses fallecidos en los distintos conflictos en los que tomaban parte las Fuerzas Armadas estadounidenses.
“He firmado más de 12.000 cartas a familiares que han perdido a sus seres queridos en las guerras de Irak y Afganistán; esa ha sido mi manera de pedirle a Dios que me perdone por mi error”, confesó Jones en una entrevista concedida a la cadena NPR en 2017.