Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.– Muchos dominicanos residentes en esta ciudad no asistieron al tradicional desfile del “Día de Acción de Gracias” que celebra la tienda Macy’s en la Gran Manzana por miedo a cualquier acto terrorista, aun sabiendo que la Policía tomaría extremas medidas de seguridad.
En conversaciones en el Alto Manhattan, El Bronx y Yonkers, entre otros lugares, los criollos señalaban lo peligroso, a su entender, de asistir a eventos de masas por los tantos hechos de sangre perpetrados por terroristas, recordaron el ocurrido en el bajo Manhattan a final del pasado mes que dejó un saldo ocho muertos y 11 heridos.
Asimismo recordaban los actos terroristas contra multitudes, entre ellos el ocurrido en Las Ramblas en Barcelona-España, cuando una persona estrelló una furgoneta matando 13 y varios heridos gravemente; el carro lanzado a una multitud en la ciudad de Charlottesville, Virginia, dejando tres muertos y más de 20 heridos.
La muerte de una persona y 11 heridas cerca de una mezquita en el norte de Londres, el atropellamiento de un grupo de soldados con un auto BMW en su suburbio de Paris-Francia, hiriendo a seis de ellos.
Cuando el dominicano Richard Rojas, de 26 años, lanzó recientemente su carro contra una multitud que caminaba por Times Square, matando una joven e hiriendo más de 20.
Un hombre condujo una camioneta de cerveza robada y la tiró contra un grupo de personas frente a la lujosa tienda Ahlens en Estocolmo, matando a cuatro y lesionando 15 personas.
Un joven tunecino estrelló su vehículo contra un atiborrado mercado navideño en Berlín el pasado año, matando a 12 e hiriendo a decenas.
Otro tunecino que residía en Francia condujo un camión refrigerado durante un festejo del Día de la Bastilla en la ciudad costera de Niza y lo lanzó a la multitud, matando a 86 personas.
Esos son ejemplos para uno no asistir a esos actos multitunidarios, coinciden en decir los dominicanos en la urbe.
En la Gran Manzana más de un millón de personas asiste al desfile de “Macy’s” que viene celebrándolo desde 1924, más de 20 millones de estadounidense lo ven en directo por televisión y tiene una duración de cerca de cuatro horas.