Santo Domingo.-Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán fue posicionado como arzobispo coadjutor de Santo Domingo, con derecho a sucesión, durante una ceremonia canónica celebrada en la Catedral Primada de América, presidida por el nuncio apostólico monseñor Piergiorgio Bertoldi y concelebrada por más de un centenar de sacerdotes junto a los obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
El acto litúrgico contó con la presencia de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, quien tuvo a su cargo la primera lectura; el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza; el defensor del pueblo, Pablo Ulloa, así como autoridades civiles, religiosas, diáconos, seminaristas del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino y numerosos feligreses que llenaron la Catedral Primada de América.

Monseñor Morel Diplán, quien hasta ahora se desempeñaba como obispo de La Vega, asumirá la dirección de la arquidiócesis una vez el actual arzobispo metropolitano, monseñor Francisco Ozoria Acosta, presente su renuncia al cumplir los 75 años.
Ozoria había solicitado al papa León XIV el nombramiento de un coadjutor para acompañarlo en las tareas pastorales y asegurar una transición ordenada.
En la misma ceremonia se anunció el nombramiento del obispo auxiliar de Santo Domingo monseñor Amable Durán como administrador apostólico de La Vega hasta tanto el Papa nombre un obispo ordinario en sustitución de Morel Diplán.

“La Iglesia de SD vive”
En su homilía, el nuncio Bertoldi resaltó la vitalidad de la Iglesia capitalina, señalando que “las parroquias reaccionan con fuerza y entusiasmo, guiadas por un clero generoso y diverso, aunque a veces fatigado por tantos compromisos”.
Desafíos
Subrayó también los desafíos que enfrenta la ciudad, especialmente en la Ciudad Colonial, donde persisten problemas de vivienda, dispersión escolar, desempleo y narcotráfico, “plantas malvadas que deben erradicarse con todos los esfuerzos”.
No obstante, reconoció los avances de las autoridades en la recuperación del centro histórico y la revitalización cultural de la zona. “La Iglesia es un pilar importante, llamada a custodiar la identidad de un pueblo maravilloso”, afirmó el nuncio, destacando que los escándalos y caídas humanas deben verse “no como motivo de juicio o tristeza, sino como oportunidad de misericordia y crecimiento”.
El valor del perdón
Dirigiéndose a monseñor Morel Diplán, Bertoldi subrayó el valor del perdón como centro del testimonio episcopal le dijo de manera directa: “Querido monseñor Tomás: el perdón es el corazón de nuestro testimonio cristiano. Como Jesús en la cruz, estamos llamados a perdonar, a no condenar y a dejar espacio a la misericordia de Dios para transformar el mal en bien”.
Compromisos pastorales de Morel Diplán. Al término de la ceremonia, monseñor Morel Diplán delineó los tres pilares de su ministerio episcopal: “Servir con amor, escuchar con generosidad y acompañar como un hermano”, siguiendo el ejemplo de Jesucristo.
“Vengo como un pastor con el deseo de animar, fortalecer y consolar a la comunidad que se me ha encomendado junto a monseñor Francisco Ozoria. En la Biblia, el pastor es alguien encomendado por Dios para guiar, proteger y cuidar a su pueblo”, proclamó.
El arzobispo coadjutor expresó su gratitud al papa León XIV por su confianza, a monseñor Ozoria por su acogida y a los sacerdotes, religiosos y laicos que lo han acompañado en su servicio pastoral.
Designación La Vega
— Administrador
Monseñor José Amable Durán Tineo, actual Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, fue designado como administrador apostólico de la diócesis de La Vega, mientras el Vaticano designa un nuevo obispo ordinario.
Una iglesia cercana, que escuche y acompañe
Mensaje. Monseñor Morel Diplán definió sus prioridades en el acompañamiento a las familias, jóvenes, adultos mayores y personas en situación de vulnerabilidad o enfermedad, comprometiéndose a promover una Iglesia más cercana, que escuche y acompañe.
“Debemos hacer de la escucha un ministerio en el que estemos disponibles para comprender y apoyar a los demás.
Nuestras parroquias y comunidades deben ser verdaderos espacios de consuelo y compasión”, afirmó.
Asimismo, enfatizó la defensa de la familia como valor fundamental, el fortalecimiento de la fraternidad sacerdotal, la promoción de la dignidad humana y el cuidado del medio ambiente, como expresiones concretas de una fe que sirve con amor.