La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que afecta la manera en que el cuerpo utiliza el azúcar en sangre, fuente principal de energía para el organismo. Esto ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza adecuadamente.
Mantener los niveles de glucosa dentro de los rangos normales es esencial para prevenir complicaciones que, con el tiempo, pueden dañar los ojos, los riñones, los nervios y el corazón.
Adalberto González Pantaleón, médico endocrinólogo especialista en diabetes y metabolismo de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que durante años el control de la diabetes ha dependido del clásico método de pinchazos en el dedo para medir la glucosa varias veces al día.
Sin embargo, los avances tecnológicos han revolucionado este proceso con el Monitoreo Continuo de Glucosa (MCG), una herramienta que permite conocer los niveles de azúcar en tiempo real, las 24 horas del día, sin necesidad de múltiples pinchazos.
Tecnología mejora vida
Los dispositivos de monitoreo continuo son pequeños, del tamaño de una moneda de 25 pesos o incluso menos y pueden funcionar hasta por 15 días antes de necesitar un reemplazo.

Su funcionamiento es sencillo y cómodo: se coloca un sensor debajo de la piel, generalmente en el brazo o el abdomen, este mide los niveles de glucosa cada cinco minutos y los datos se envían de manera inalámbrica a un lector o teléfono celular, donde el paciente puede ver sus niveles y las tendencias de aumento o disminución.
Existen dos tipos principales de monitores: monitores “flash” o intermitentes, como el freestyle libre, que requieren escanear el sensor con un lector o celular para obtener la lectura, y monitores en tiempo real, como Sibionics® o Guardian®, que muestran continuamente los valores y emiten alertas automáticas si el azúcar está demasiado alta o baja.
Beneficios tangibles
Además, los avances más recientes han dado paso al “páncreas artificial”, un sistema que integra el sensor de glucosa con una bomba de insulina.
Este dispositivo ajusta automáticamente la dosis de insulina según los niveles detectados, imitando la función natural del páncreas. A esto se suman las aplicaciones móviles que registran alimentos, ejercicios y medicamentos, compartiendo los datos con el médico o familiares al instante.
“El MCG ha significado un cambio radical en el manejo de la diabetes mellitus tipo 1 y también en muchos pacientes con tipo 2 que requieren insulina. Gracias a esta tecnología, las personas con diabetes pueden disfrutar de una vida más segura, activa y con mejor calidad”, afirmó González Pantaleón.
Desafíos y monitoreo
El galeno manifiesta que aunque el monitoreo continuo de glucosa ha transformado la vida de miles de personas, aún existen retos por superar.
El costo de los dispositivos sigue siendo un obstáculo para muchos pacientes y se requiere educación para interpretar correctamente las lecturas. Además, los sensores actuales necesitan reemplazo cada 10 a 14 días.
Finalmente, sostuvo que el futuro es prometedor, debido a que “se están desarrollando sensores más pequeños, con mayor duración y capacidad predictiva, capaces de anticipar los cambios de glucosa antes de que ocurran”, concluye el especialista en diabetes.
Herramienta que transforma las vidas
Juntos, paciente y profesional, pueden aprovechar al máximo las herramientas disponibles para lograr un manejo más preciso y humano de esta condición. El monitoreo continuo de glucosa no sólo ofrece comodidad, sino también tranquilidad y esperanza, contribuyendo a un mejor bienestar y a un futuro más saludable.