Mitos y retos de la lactancia materna exclusiva

Mitos y retos de la lactancia materna exclusiva

Mitos y retos de la lactancia materna exclusiva

Por: Katherine Espino

Santo Domingo.- A propósito de celebrase del 1 al 7 de agosto cada año la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, y su continuación junto con alimentos complementarios hasta los dos años de edad o más.

El tema para el 2020 es «apoyar la lactancia materna para un planeta más saludable», enfocado en fomentar medidas que garanticen la salud del planeta  y sus habitantes a través de esa alimentación infantil.

Sin embargo, creencias ancestrales que influyen en las madres primerizas carentes de experiencia, como la idea de que el calostro no satisface por mucho tiempo al infante y la incorporación “necesaria” de té, agua de arroz y sopas a la dieta del bebé cuando este alcance los tres meses de edad a fin de comenzar el proceso de adaptación; sumado a la incorporación de la mujer en el campo laboral, dificultan la realización de la recomendación de la OPS.

“El camino en el mundo de la lactancia es hermoso pero no es fácil; mis primeros días fueron horribles, mi pezón era plano por lo que dificultaba que mi bebé extrajera por sí solo la leche materna, en ocasiones sentí ser una mala madre por no lograr alimentar a mi bebé, así que me auxilié de una pezonera; ahí comenzó todo.” expresó Chestel Peña, madre primeriza de apenas 28 años de edad sobre el proceso de lactancia exclusiva durante los primeros seis meses.

Peña, quien también es estudiante de término de Derecho y labora como secretaria en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), reveló que en una ocasión dudó acerca de su decisión inicial en cuanto a la lactancia exclusiva, que proporciona los nutrientes que los niños necesitan de forma equilibrada.

Con lágrimas que se deslizaban por sus mejillas, influenciada por sus parientes y amigos intentó alimentar al bebé con otro tipo de leche debido a los desafíos que esto implicaba, mas el primogénito la rechazó.

“Al borde de la desesperación contacté una asesora de lactancia quien me sugirió utilizar una pezonera, instrumento cuya función es proteger al pezón en caso de roce, además de facilitar al bebe, mamar en caso detener un pezón plano o invertido. Una vez obtenido el primer contacto piel con piel entre madre e hijo, sin llantos ni molestias, emprendí la exitosa carrera de lo que califico ser madre responsable, por lo que decidí enfocarme en la lactancia exclusiva, y ahora cuento con una banco de leche de 1,100 onzas y mi criatura a sus 6 meses pesa casi 27 libras, lo que indica que sí se puede.” Narró la joven madre.

No obstante, Crismerlyn González, de 23 años de edad, contó sentirse presionada por sus parientes más cercanos, por lo que decidió incorporar otros alimentos en la dieta de su bebé antes de los tres meses de nacimiento.

“Opté por la famosa leche de fórmula por recomendación de mi abuela, pues era primeriza y me desesperaba ver mi hija llorando porque tenía hambre, así como de las casi dos horas que debía durar lactando para que el calostro descendiera en el primer mes; aunque no negaré que cuando decida tener otro hijo, lucharé por implementar la lactancia exclusiva ya que ahora considero, es importante para proteger los niños de enfermedades”.

De igual manera, Ruth Puello, de 21 años, boletera en el Metro de Santo Domingo y estudiante de término de Contabilidad en Universidad Dominicana O&M, antes de los tres meses de posparto, decidió no proporcionarle a su primer descendiente la lactancia exclusiva, por no disponer del tiempo suficiente para amamantar.

Esperanza Sánchez quien a sus 80 años de edad es madre de 3, abuela de 4 y bisabuela de dos niños, aseguró que en sus tiempos más que, considerar apropiado para garantizar la nutrición adecuada del infante, la decisión de  amamantar como alimento exclusivo era motivada por la precariedad económica para comprar una leche alternativa; de modo que enseña a la madre de sus bisnietos que lo correcto es que a los tres meses el  bebé “haga estómago” con sustento complementario.

Asimismo, Providencia Cuevas quien alumbró cuatro y tiene 3 nietos recuerda que cuando llegó el momento de forma su familia, diariamente ingería sopas a base de bacalao, chocolate y agua con la finalidad de producir la leche materna suficiente para cuando sus hijos nacieran tal como le indicó su madre, puesto que pues el costo de una alternativa superaba su presupuesto; pero a los tres meses al insertarse en el campo laboral detuvo la lactancia exclusiva.

Sin embargo, aplicando lactancia materna exclusiva  por tres o seis meses todas coincidieron en que el alimentar al recién nacido no solo proporciona las proteínas y nutrientes esenciales para el crecimiento sano del infante, sino que también fortalece el primer vínculo de un ser humano, el de madre e hijo.



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