Miremos al Mercosur

Con el reciente ingreso de Venezuela al Mercosur, este bloque se convierte en la quinta economía del mundo, solo detrás de EEUU, China, India y Japón.
Con más de 300 millones de habitantes – el 70% de la Población de Suramérica- y un PIB conjunto de 3.6 billones de dólares-el 76% del PBI regional- y cubriendo una extensión de 13 millones de Km2, el comercio dentro del Mercosur llegará este año a los USD 45,000 millones y con los recientes acuerdos llegados con China se espera que para el 2016 se alcance un volumen de negocios de unos USD 200,000 millones.
Solamente el año pasado el intercambio con China arrojo cifras asombrosamente destacadas: este país exportó a los países del bloque USD 48,451 millones, es decir, un 35% más que en el 2010, e importó de estos USD 51,033 millones, para un incremento de un 38% con relación al 2010.
Con el objetivo de lograr una mejor integración al mercado mundial, y en el contexto de la hegemonía neoliberal por la liberalización del comercio y de la globalización, se firmó en 1991 el tratado de asunción que dio inicio al Mercosur, rubricado por los entonces presidentes Carlos Menem de Argentina, de Brasil Fernando Collor de Mello, Andrés Rodríguez de Paraguay y Luis Alberto Lacalle de Uruguay.
Sus objetivos fueron la libre circulación de mercancías, servicios y factores de producción, la adopción de un arancel externo y una política comercial común frente a terceros así como la presentación de ideas consensuadas en los distintos foros sobre comercio de carácter local o internacional.
A partir del 2000, y luego de varios tropiezos y contradicciones entre sus miembros-principalmente en tre Brasil y Argentina-y con sus altas y sus bajas, el bloque inicia un proceso de integración más amplio con lo cual se pretendía ir mas allá del solo acuerdo comercial: En 1998 la firma del Protocolo de Ushuaia, en donde se inserta el concepto de Democracia como una condición de permanencia en el bloque, se logró un momento muy importante, pero fue en la cumbre de presidentes suramericanos concertada por el presidente Brasileño Fernando Henrique Cardoso que se da inicio a la puesta en marcha de un nuevo concepto de integración, ya no solo puramente comercial sino político y estratégico. Producto de esta fue la creación del IIRSA (iniciativa para la integración de la infraestructura suramericana) que pretende la integración física, comunicacional y energética del bloque. En el 2002 se firma el Protocolo de los Olivos donde se crea el Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur, con sede en Asunción Paraguay. En 2005 es firmado el Protocolo de Derechos Humanos y el FOCEM (Fondo de Convergencia Estructural) y en 2006 aparece el Parlamento del Mercosur, siendo considerado el paso político de mayor trascendencia. Esta compuesto por 18 legisladores de cada país miembro y desde el 2010 son elegidos por el pueblo.
Otros órganos que han sido formados durante este periodo son: El Consejo del Mercado Común, compuesto por los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía o Hacienda de los países miembros siendo su función velar por el alcance de las metas propuestas. También forman parte del Mercosur el Grupo Mercado Común, La Comisión de Comercio, El Foro Consultivo Económico Social y el Tribunal Administrativo Laboral.
Dada su importancia económica y política, el Mercosur a estado formando parte fundamental de la geopolítica de los EEUU para la región suramericana. A partir del rechazo al Tratado de Libre Comercio con los EEUU-ALCA- en el 2005 y a la llegada de gobiernos de esencia post-neoliberal en varios países de la región, la estrategia de los EEUU ha sido la de evitar el ingreso de Venezuela al Mercosur, por razones harto conocidas de lograr el aislamiento de Chávez en la región.
Venezuela al igual que Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Ecuador son miembros asociados del Mercosur. Venezuela había pedido su inserción al bloque en el 1999, cobrando fuerza luego de la llegada de Lula en Brasil y Kirchner en Argentina. En julio de 2006 los países miembros firmaron un protocolo de adhesión que debía de pasar por la aprobación de los parlamentos de cada uno de los países miembros.
A pesar de la importancia estratégica que tiene Venezuela para el Mercosur, si tomamos en cuenta que es la tercera economía Suramericana, con un PBI de USD 316,000 millones, de que es el quinto exportador mundial de petróleo y de que posee, en la faja del Orinoco, las reservas certificadas de hidrocarburos líquidos mas grandes del planeta-estimadas en unos 1.3 billones de barriles- el congreso paraguayo fue el único que no aprobó el protocolo de adhesión, habiendo sido refrendado por los demás congresos de los otros países miembros y por el parlamento del Mercosur.
Con el golpe de Estado constitucional al presidente paraguayo Fernando Lugo, mediante un juicio político sumarísimo por parte del congreso dominado por el partido colorado de derecha, el pleno del Mercosur, a la sazón reunido en la ciudad de Mendoza Argentina, declaró la suspensión de Paraguay del bloque-invocando la clausula de violación a la Democracia- y aprobó el ingreso histórico de Caracas al mismo.
El Mercosur se convierte así el principal mercado de exportación de commodities de alimentos del mundo y en la zona estratégica en materia energética, más importante de todo el continente.
El ingreso de Venezuela al bloque facilitará otros ingresos de países no menos importantes como son Ecuador y Bolivia.
Para nosotros en la Republica Dominicana poner los ojos en este mercado debería de ser considerado de alta prioridad. En diciembre del 2005 nuestro país firmo un acuerdo de trabajo con el Mercosur. En aquella ocasión el Vicepresidente Rafael Alburquerque fue quien representó al país en la XXIX reunión del Consejo de Mercado Común y cumbre de jefes de Estado del Mercosur con el objetivo de continuar profundizando el dialogo político y económico entre el MERCOSUR y el gobierno de la Republica Dominicana, rezaba el comunicado. Dicho acuerdo de trabajo estipulaba la celebración de varias reuniones durante el primer semestre del 2006 tendentes a lograr un acuerdo comercial entre ambas partes. Nada de eso se concretizó y el país eligió formar parte del DR-CAFTA que pertenecer al Mercosur. En ese mismo año los países del cono sur dieron un rotundo rechazo al tratado de libre comercio con los EEUU el ALCA.
Ahora que soplan otros vientos en la región Latinoamericana, nuestro país deberá hacer mejor uso de su soberanía, buscando acuerdos comerciales más beneficiosos donde predominen otros criterios y cuyos objetivos y fines estén basados en relaciones de cooperación, respeto y de colaboración al desarrollo de nuestros países, en el marco de un proceso de integración económica, política y cultural con nuestros pueblos hermanos Latinoamericanos.