Mirar hacia atrás

Sin embargo, su mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. Génesis 19:26.
El juicio de Dios llega a la ciudad de Sodoma, una cuidad donde el mal llegó a la presencia de Dios y decretó juicio. Pero en la cuidad vivía Lot, que era un hombre justo, su esposa y sus hijas. Pero antes de destruir Sodoma, Dios mando dos ángeles para salvar a la familia de Lot.
Mirando el pasado. Cuando ellos salen de la ciudad, Dios hizo llover sobre Sodoma azufre y fuego del cielo.
Caminando a fuera la mujer de Lot al miraba atrás, pensando en todo lo que estaba dejando en la ciudad de Sodoma. Sus vecinos, poseídos todos se filtraban en su mente, que se resistían a dejar, y desobedeciendo la orden divina, se convirtieron en una estatua de sal.
Una vuelta a la muerte, ella fue herida de muerte en el lugar, sin embargo su cuerpo no se cayó, como es natural y se convirtió en una columna o un estatua, que se fijó al piso. No era una sal común, sino que los residuos del azufre, que cayeron a su cuerpo expuestos a la atmósfera se transformaban en una sustancia metálica que duraría eternamente.
Esta estatua de sal debe ser de reflexión para nosotros. Hay momentos en nuestra vida que mirar hacia atrás puede ser peligroso, nos puede llevar a una depresión y morir en el pasado.
Debemos siempre seguir adelante, como Pablo decía: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13,14.
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