El Día 
LA HABANA.-Cientos de miles de cubanos encabezados por Fidel y Raúl Castro, marcharon por casi tres horas este jueves frente las embajadas de España e Italia en La Habana, en una gigantesca protesta contra las represalias de la Unión Europea (UE), pero que se centró en las figuras de los jefes de Gobierno José María Aznar y Silvio Berlusconi.
Con su habitual uniforme de combate verde olivo, calzado de zapatos deportivos y con una banderita cubana en la manos, Castro abrió la marcha a las 07H35 (12H35 GMT) frente a la embajada de España, en La Habana Vieja.
Simultáneamente, su hermano Raúl Castro, segundo hombre de la jerarquía cubana, comenzó a marchar a la cabeza de la otra «columna» frente a la embajada de Italia, en la zona de Miramar.
Según estimados oficiales, «mas de un millón» de personas de las dos provincias, Ciudad de La Habana y La Habana, participaron en la marcha, para la cual fueron suspendidas las actividades laborales por decreto del Ministerio de Trabajo.
Castro encabeza en ocasiones trascendentales estas «marchas del pueblo combatiente», y la más reciente fue realizada exactamente un año atrás, el 12 de junio del 2002, frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, para protestar por la política de la administración de George W. Bush hacia la isla, y reafirmar a socialismo como sistema político en Cuba.
La marcha, transmitida en vivo por la cadena de emisoras de televisión y radio, comenzó con las notas del himno nacional cubano, una marcha de combate de la época de la lucha independentista contra España, y terminó con La Internacional, el himno del movimiento comunista internacional.
El pasado 5 de junio, la UE decidió limitar las visitas gubernamentales de alto nivel a Cuba; reducir la participación en acontecimientos culturales bilaterales; invitar a los disidentes a sus celebraciones patrias en las respectivas embajadas, y revisar la posición común de los Quince respecto a Cuba.
Esas medidas fueron tomadas en respuesta a la condena a altas penas de cárcel a 75 opositores cubanos en abril pasado, así como la ejecución de tres secuestradores de una lancha de pasajeros, tras ser sometidos a un «juicio sumarísimo».
Las autoridades cubanas dijeron el miércoles en una declaración oficial que los gobiernos de España e Italia eran los «máximos responsables» de las medidas dictadas por el bloque comunitario, y acusaron a la UE de alinearse con la política de Washington hacia Cuba.
«Cuba no juzga por igual a todos los gobiernos europeos y sabe bien quienes son los principales instigadores de esta inusitada provocación», dijo el texto leído por el canciller Felipe Pérez Roque.
En una comparecencia televisiva en la noche del miércoles, Castro sostuvo que Aznar y Berlusconi han sido los autores intelectuales de ese «mamotreto» (comunicado de la UE con las sanciones), que «no tiene nada de serio» y que «sí es grosero e insolente», dijo.
Los participantes en la marcha portaron carteles contra Aznar y Berlusconi, a los que acusaron de fascistas y se pudo leer Aznar con una svástica hitleriana en lugar de la letra z, y calificado de «führecito», mientras que a Berlusconi lo trataron de Benito Berlusconi, en referencia a Benito Musolini.
«Berlusconi, no estamos en tiempos de Julio César, Nerón ni Musolini«, se dijo en otro cartel.
Diplomáticos italianos permanecieron en la terraza de la sede diplomática unos 40 minutos observando la marcha, mientras que escuchaba consignas de «Abajo el fascismo», «Berlusconi fascista, Cuba socialista» y «a Cuba se respeta», constató la AFP en el lugar.
Ambas sedes diplomáticas fueron preservadas por agentes del cuerpo especializado de la custodia de las embajadas, y no se registró ningún incidente.
En respuesta oficial a las medidas de la UE, Castro dispuso que los funcionarios cubanos tampoco asistieran a las recepciones oficiales de las embajadas comunitarias, anunció el pase del Centro Cultural Español a manos estatales cubanas para difundir «la verdadera cultura española», y anunció que se levantarán tres estatuas frente a la legación española.
Una de esas figuras corresponderá al poeta y dramaturgo español Federico García Lorca, fusilado por el gobierno franquista; otra del poeta Antonio Machado, quien murió en el exilio tras la caída de la República; y la tercera de Pablo de la Torrete Brau, un periodista y narrador cubano que cayó combatiendo en las filas de las brigadas internacionales contra el franquismo.
