En patología quirúrgica existe la toma de diferentes tipos de muestras para el estudio, diagnóstico y determinación del tratamiento, dentro de las cuales se encuentra la biopsia, una de las más populares.
Jean Pierre Kourie, coordinador del Área de Patología de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que las biopsias son muestras de tejido generalmente de tamaño pequeño obtenidas mediante diferentes procedimientos (escisión sencilla, endoscopia, aguja gruesa, entre otros), que, por lo general, son mínimamente invasivos.
Además, Kourie señala que están las piezas quirúrgicas, que son generalmente de tamaño grande y cuyo estudio por el patólogo persigue no solamente diagnosticar, sino establecer el alcance y adecuación del procedimiento quirúrgico, encontrar parámetros de carácter pronóstico (clasificación TNM).
Biopsia intraoperatoria
Dentro de este grupo también se encuentra la biopsia intraoperatoria, que es el diagnóstico rápido de pequeñas muestras de tejido. En principio la valoración de esta condiciona el desarrollo posterior de la intervención quirúrgica (por ejemplo, discriminar entre tumor benigno o maligno, determinar el estado de un borde quirúrgico, etcétera).
Citología exfoliativa, que, a diferencia de las muestras de tejido, en esta el diagnóstico se obtiene mediante el examen de las alteraciones observadas en células desprendidas del organismo, o bien obtenidas mediante Punción-Aspiración con Aguja Fina (PAAF).
“Un resultado citológico de tumor maligno necesita una comprobación por biopsia, la cual además permite obtener más datos de la tumoración. A pesar de ello, la citología exfoliativa ha demostrado ser una herramienta fundamental en la valoración precoz de ciertos tumores, sobre todo en cáncer de cérvix”, resalta.
Estudios citológicos
Kourie añade que existen tres grandes grupos de estudios citológicos, los ginecológicos, donde el más conocido es el Papanicolau, y las no ginecológicas, que son derrames en cavidades corporales (tórax, abdomen), citología de líquidos corporales (orina, exudados, esputos), cepillados de la superficie de cavidades corporales (cepillados bronquiales, sofágicos, gástricos, entre otros).
Asimismo, la PAAF, que consiste en la obtención de una muestra citológica mediante la punción con una aguja de una lesión y la aspiración. Existen dos tipos de estas, de lesiones palpables y profundas, donde la muestra es obtenida por un especialista en diagnóstico por imagen con o sin asistencia del patólogo que verifica la idoneidad de la muestra obtenida.
Inmunohistoquímica
El médico, al referirse a los tipos de muestras también cita la inmunohistoquímica, que se basa en el aprovechamiento de las propiedades de los anticuerpos para su uso en diagnóstico, mediante el empleo de anticuerpos que reconocen determinadas moléculas presentes en los tejidos o células y cuya visualización al microscopio es posible gracias a estas técnicas.
De ese mismo modo, explica acerca de la inmunofluorescencia directa, cuya técnica permite visualizar los lugares de los tejidos donde se han depositado inmunocomplejos (macromoléculas formadas por la unión de un anticuerpo y su antígeno).
“Estas moléculas son responsables de diferentes procesos patológicos y su detección en tejido es esencial para establecer el diagnóstico. Se utiliza sobre todo en la valoración de algunas enfermedades de la piel y del riñón”, indica.
Secuencias de ADN
Agrega que existe también la Reacción en Cadena de la Polimerasa (por sus siglas en ingles PCR), que es un método que permite amplificar secuencias de ADN (Ácido Desoxirribonucleico) presentes en los tejidos o células y que se desea investigar.
Kourie señala que es una de las aplicaciones más frecuentes es el diagnóstico de procesos infecciosos, en especial los provocados por virus, que son muy difíciles de detectar en los tejidos con los métodos tradicionales y la técnica de PCR para la valoración de infección por el virus del papiloma humano (VPH), responsable del carcinoma de cérvix y de otros muchos procesos tumorales y no tumorales.
Más información
El FISH (hibridación in situ con fluorescencia), es una técnica que permite obtener información acerca del estado de determinados genes (amplificaciones, deleciones, translocaciones), para ello se utilizan pequeñas sondas de ADN complementario (ADN-c) que se unen específicamente (hibridan) con el ADN problema que se desea estudiar y que se han marcado con ciertas moléculas que pueden visualizarse en el microscopio de fluorescencia, describe.
Estudios
— Laboratorio
Kourie agrega que en el Laboratorio de Patología de Cedimat se llevan a cabo los estudios macroscópicos y microscópicos de todos los tejidos y líquidos corporales, extraídos por los médicos que realizan biopsias.
Pruebas que diagnostican tumores
A través de estas pruebas se diagnostican tumores malignos, así como su comportamiento, con fines de ajustar la quimioterapia que se les dará a los pacientes y predecir la evolución del tumor a mediano tiempo.
La importancia de que cada doctor conozca cuál es el uso de estas muestras y de esa manera pueda solicitar la correcta al paciente, o si lo va a referir a otro especialista.
De esta manera se puede determinar el estado de algunos genes de gran interés en el tratamiento de algunos tumores, como por ejemplo el gen HER-2 en el carcinoma de mama.
También es posible estudiar el estado de algunos genes de importancia capital en el diagnóstico de ciertos tumores como es el caso de algunos linfomas y sarcomas.