SANTO DOMINGO.-En lo que va de la presente semana se ha registrado un relajamiento de la cuarentena dispuesta por el Gobierno para contrarrestar la expansión del nuevo coronavirus Covid-19 en el país.
En los dos últimos días, además de las largas filas frente a los supermercados e instituciones bancarios, se ha observado un resurgir del tránsito, llegándose incluso a registrar taponamientos.
Los parques canquiñas concentraban a decenas de personas.
Aunque al acercarse la noche la gente reduce sus movimientos, no los limita a su hogar, lo que ha hecho que se hayan producido unos 37 mil arrestos de personas que han violado el toque de queda que rige de las 5:00 de la tarde hasta las 6:00 de la mañana.
Ayer se notaba un tráfico concurrido en las avenidas y calles de la mayoría de los sectores de las grandes urbes, además de la gran cantidad de personas en espacios públicos, lo que va en contradicción con las recomendaciones de las autoridades para evitar los contagios del Covid-19.
La circulación de los peatones emulaba un día de semana cualquiera, con una notable actividad del comercio informal, incluyendo la venta de comestibles callejeros.
“¡Me aburre estar en casa tanto tiempo!”, exclamó Pascual Martínez Camacho, un hombre de 78 años que, apoyado en un bastón, estaba sentado en el parque “La Canquiña” de Cristo Rey.
De su lado, Marta Sánchez, empleada privada y madre de tres hijos, dijo que la gente se cansa de estar encerrada en su casa. Afirmó que ha solido respetar el confinamiento durante la cuarentena, pero que ayer decidió salir por entender que no corría peligro de contagiarse.
Los taponamientos vuelven a hacerse sentir en avenidas.
Ambiente
La gente salió de sus casas a la calle, ignorando el llamado de las autoridades. Se justificaban con expresiones como “estoy cansado de no salir”, “hay que hacer diligencias” o el socorrido “no me voy a dejar morir de hambre”.
En un recorrido se evidenció presencia de niños jugando en parques en los juegos infantiles, los adultos haciendo peñas en pequeños grupos y en ocasiones no tan pequeños. Han decidido “matar el tiempo”, mientras el Covid-19 sigue matando gente.
Llamó la atención ver personas que han abandonado el uso de mascarillas: hombres semidesnudos, con apenas pantalones cortos fuera de sus casas, grupos de mujeres conversando en esquinas y vendedores en mercados con rostro y manos sin protección.
Informales
“Si el gobierno está dispuesto a darme 10,000 pesos mensual, yo no salgo de mi casa”, explicó con entusiasmo “Pelao”, un coloquial gomero que trabaja en la avenida Nicolás de Ovando.
La avenida Duarte, que días atrás parecía un cementerio, ayer volvió a estar concurrida, a pesar de que los comercios formales y muchas de las casetas permanecían cerrados, a excepción de los supermercados. Los frentes y aceras eran aprovechados por chiriperos que promocionaban sus mercancías a todo dar.
El Parque Enriquillo, popular en esta vía, ayer había vuelto a tener una vida muy dinámica.
Montalvo advierte riesgo en la calle
Lamenta. El ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, advirtió anoche que el Ministerio Público y la Policía deben activar todas las acciones legales disponibles para sancionar a quienes transgredan el distanciamiento social, con tal de que se haga con el debido respeto a los derechos humanos.
En su segunda alocución de esta semana, dijo que no es posible haber asumido una carga económica como la que ha asumido el Estado, para poder retornar a la normalidad a la brevedad posible, para que la gente haya vuelto a las calles como si ya todo hubiera terminado.
“Seguimos teniendo información de nuevas personas que han dado positivo al virus, cuyo período de contagio es posterior a la fecha en que se dispuso dicho cierre”, dijo el ministro, y agregó que “esto sólo se explica porque hay personas que se saltaron las disposiciones de distanciamiento social”.
En su alocución también refirió la adocción de varias medidas económicas.
*Por ABED-NEGO PAULINO
