SANTO DOMINGO.-La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, encabezó este miércoles en el Palacio Nacional la presentación de un estudio publicado por el Banco Mundial y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que ponen en evidencia que el matrimonio infantil y las uniones tempranas cuestan al país miles de millones de dólares y mantienen la pobreza intergeneracional.
“Hay un impacto ineludible del matrimonio infantil en la fecundidad, en la mortalidad infantil, en la desnutrición crónica, el abandono escolar, en los ingresos de las mujeres, en el registro de los nacimientos y en el desarrollo en primera infancia”, sostuvo la Vicemandataria al tiempo que lamentó las consecuencias económicas y de salud que representa para la vida en sociedad.
En ese sentido, dijo que el Código Civil aprobado por la Cámara de Diputados constituye una mejora al entorno legal y a las políticas públicas que rigen el tema. Lo consideró como legislación que responde a la realidad de que las uniones tempranas tienen un efecto decisivo en la vida de las niñas y de sus hijos, desde lo económico, social y personal.
El estudio fue dado a conocen por la directora de Unicef para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval; el representante del Banco Mundial en el país, Alessandro Legrottaglie; y el principal autor de la investigación y economista del Banco Mundial, Quentin Wodon. También participaron el ministro de Economía Planificación y Desarrollo, Isodoro Santana; el representante residente en el país del Sistema de las Naciones Unidas y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Lorenzo Jiménez de Luis; y la representante de Unicef, Rosa Elcarte.
La presentación revela que poner fin al matrimonio infantil tendría un gran efecto positivo en el alcance de un mayor nivel educativo de las niñas, contribuiría a que las mujeres tuvieran menos hijos y a tenerlos más tarde en la vida, y aumentaría las ganancias de estas en su vida adulta.
Asimismo, la investigación señala que las niñas casadas o en unión temprana son más propensas a abandonar la escuela y completar menos años de educación que las que se casan más tarde.
Por el contrario, mantener a las jóvenes en la escuela es una de las mejores maneras de evitar el matrimonio infantil. También se ha observado que el casarse a temprana edad se asocia con mayor riesgo de maltrato a sus hijos en la primera infancia y con una menor tasa de registro de nacimiento de los mismos.
“El matrimonio infantil y las uniones tempranas no solo ponen fin a las esperanzas y los sueños de las niñas, también obstaculizan los esfuerzos para acabar con la pobreza y lograr el crecimiento económico y la equidad de República Dominicana. Poner fin a esta práctica no es solo lo que hay que hacer en el plano moral y ético, sino también lo más inteligente desde el punto de vista económico”, dijo Quentin Wodon, el principal autor del estudio y economista principal del Banco Mundial.
Se estima que una niña que se case antes de los 18 años tendrá en promedio más hijos a lo largo de su vida que si se hubiera casado posterior a esa edad. Como resultado, poner fin al matrimonio infantil y a las uniones tempranas, reduciría la fertilidad total en un 10 por ciento a nivel nacional y el crecimiento de la población.
Agrega que otro beneficio importante de terminar con el matrimonio infantil y las uniones tempranas sería un aumento de los ingresos esperados de las mujeres en el mercado de trabajo. Debido en gran parte al impacto de las uniones tempranas en la educación, las mujeres que se casan antes de los 18 años tienen, en promedio, ingresos que son 17 por ciento más bajos que si se hubieran casado más tarde.
Subraya que estas menores ganancias en la edad adulta para las mujeres que se casan o se unen a temprana edad, sumado a mayores tasas de fecundidad, conducen a mayores riesgos de pobreza. Indica que si se pusiera fin al matrimonio infantil se reduciría la pobreza en las familias de estas mujeres de 41 a un 32 por ciento y a nivel nacional de 31 a un 28 por ciento.
“Las pautas culturales que promueven la desigualdad de género, la pobreza, las brechas de educación y la violencia intrafamiliarinfluyen en la percepción de las niñas, o de sus madres, de que el matrimonio precoz o unión temprana es un proyecto de vida aceptable, e incluso deseable como la mejor opción económica si la pareja es un hombre con mayor ingresos. Planes nacionales intersectoriales, que incluyan empoderamiento de las niñas y fomento de pautas culturales familiares y sociales que las apoyen en la búsqueda de alternativas de vida, están teniendo buenos resultados en varios países”, señaló María Cristina Perceval, directora de Unicef para América Latina y el Caribe.
El documento concluye que si se hubiese puesto fin a los matrimonios infantiles y uniones tempranas en 2014, debido a la reducción del crecimiento de la población, el beneficio sería equivalente a un aproximado de 171 millones de dólares en 2015 y en el año 2030 un beneficio anual de 4,800 millones de dólares.
“Demostrar los costos del matrimonio infantil y las uniones tempranas tanto para las niñas que se casan o se unen antes de los 18 años, como para todo el país, podrá ayudar a generar mayor inversión, y por tanto empoderar a todas la niñas y mujeres jóvenes”, declaró Alessandro Legrottaglie, representante del Banco Mundial en la República Dominicana.
El estudio “Impacto económico del matrimonio infantil y las uniones tempranas para la República Dominicana” forma parte de una investigación global y fue financiado por la Fundación del Fondo de Inversión para Niños, la Fundación Bill & Melinda Gates y la Alianza Mundial para la Educación.