Siniestras, espeluznantes y perturbadoras.
Las mascotas oficiales de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Londres, _Wenlock y Mandeville,_ han sido descritas con todas esas palabras, pero los organizadores esperan que se conviertan en una maravilla de la mercadotecnia.
Los bloggers y otros comentaristas han criticado a la pareja por asustar a niños y presentar una imagen de un estado vigilante en los Juegos.
Wenlock, nombrado en honor a un pueblo inglés en Shropshire que sirvió como una de las cunas de los Juegos modernos, y Mandeville, cuyo nombre rinde tributo al hospital donde nacieron los Juegos Paraolímpicos, tienen más apariencia de robots vigilantes que de humanos o animales.