Roma.-El primer ministro italiano, Mario Draghi, conversó ayer por teléfono con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, sobre la guerra en Ucrania y su impacto alimentario para los países más pobres.
“La conversación se centró en la evolución de Ucrania y en los esfuerzos por encontrar una solución conjunta a la actual crisis alimentaria y sus graves repercusiones en los países más pobres del mundo”, informó el Gobierno italiano en un comunicado.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia, el pasado 24 de febrero, está amenazando la seguridad alimentaria en todo el mundo por el papel de ambos países como gigantes exportadores de cereal y fertilizantes, advirtió recientemente la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). De hecho, el conflicto está provocando un encarecimiento de los alimentos y también de la energía.
En este sentido, Italia está organizando un Diálogo Ministerial con los países mediterráneos para el próximo 8 de junio, en colaboración con la FAO, para comprender las necesidades y esbozar medidas de intervención ante las graves repercusiones de la guerra sobre la seguridad alimentaria, en particular en el Mediterráneo y África.
Italia también ha presentado un plan en la ONU con la finalidad de “facilitar un diálogo por pasos” entre Ucrania y Rusia.
En tanto, Rusia presionó ayer a Occidente para que le retire las sanciones impuestas debido a la guerra, argumentando que las medidas punitivas impiden que millones de toneladas de trigo y otros productos agrícolas salgan de los puertos ucranianos.
Exportacion de trigo
— Bloqueo
Ucrania es uno de los primeros exportadores mundiales de trigo, maíz y aceite de girasol, pero la guerra y el bloqueo ruso de los puertos, fuertemente minados, ponen en peligro la provisión mundial de alimentos.