Santo Domingo.-El presidente de la Comisión Nacional de Control del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Julio Maríñez, afirmó hoy que el expresidente Hipólito Mejía es una aparición de tiempos de Concho Primo, que da vergüenza ajena por ser una figura aberrante y anacrónica.

El también vicepresidente del PRD exhortó a los perredeístas y a la sociedad a distinguir la gran diferencia entre los discursos de Miguel Vargas y el sector institucional del partido, y el grupo que arrastra Hipólito Mejía.

“Mientras Miguel y la dirigencia institucional exponen sobre unidad y respeto, agenda institucional y disciplina, Hipólito y el grupo que arrastra arengan a la violencia y al desorden, con  un discurso desfasado», expresó.

Sobre el anuncio de Hipólito y su grupo de que formarán una plancha para enfrentar a Vargas en la próxima convención, Maríñez dijo que “en primer lugar Mejía no pertenece al PRD, por lo que no puede inmiscuirse en su dinámica interna”.

Agregó que “en segundo lugar  ese grupo sabe que en estos momentos más del 88 por ciento de la dirigencia y la militancia perredeísta respalda la institucionalidad que representa Miguel Vargas, que es el mejor activo del PRD para ganar mayoría en el Congreso, los municipios, y desplazar del poder a los fallidos gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana».

Afirmó que “la reunión encabezada ayer por el grupo de exdirigentes sancionados será otro fracaso, como la celebrada  el 1 de agosto pasado, en la que intentaron usurpar las facultades del Comité Ejecutivo Nacional y convocar una falsa convención para el pasado mes de octubre”.

Agregó que para los fines legales la reunión encabezada ayer por el expulsado Hipólito Mejía carece de valor legal. «De hecho, engañaron a los periodistas definiendo su encuentro como un pleno nacional de dirigentes, cuando ese organismo debe ser convocado por la Comisión Política o dos terceras partes del Comité Ejecutivo Nacional, según lo establece el artículo 26 de nuestros Estatutos Generales”, precisó.

Dijo que la reunión pudo ser el encuentro de un club de amigos, sin ninguna calidad legal y por demás  encabezado por una persona que fue expulsada del PRD con todas las de la ley.

El presidente de la Comisión de Control también dijo deplorar el escandaloso espectáculo del expulsado Mejía, de quien dijo se expresó en la reunión como una persona fuera de sus cabales, que no sabe mantener la compostura en escenarios públicos y que deshonra la calidad de Presidente de la República, que ostentó.

De espaldas al interés nacional

Preguntado sobre la decisión del grupo de Hipólito y compartes de respaldar el informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Maríñez dijo que respaldar ese informe sin discriminar determinados aspectos que pudieran lesionar el interés nacional, es un error hijo de la desesperación en que ha caído ese grupo.

Atribuyó a esa desesperación que Hipólito Mejía y Luis Abinader llevaran el conflicto interno del PRD a la CIDH, «cuando se trata de algo sancionado en buena lid en los organismos perredeístas y conocido por los tribunales Superior Electoral y Constitucional que en todo momento han establecido que en las sanciones contra Mejía, Andrés Bautista, Orlando Jorge Mera y Geanilda Vásquez  no le fueron violados sus derechos».