- Publicidad -

- Publicidad -

Manos y mente

Uno de los mejores consejos que recibí cuando mis hormonas comenzaron a jugarme malas pasadas y
mi nivel de ansiedad no bajaba fue: encuentra algo que ocupe tus manos y tu mente. Cuando me lo dijeron confieso que me quedé en blanco porque no sabía qué podía hacer.

Entonces descubrí la cocina, sí, después de décadas sin preparar más que lo indispensable comencé poco a poco a cocinar. El resultado no ha podido ser más maravilloso y en mis 50 descubrí una pasión que ha venido para quedarse.

¿Por qué comparto esto? Porque recientemente leí la clave que se esconde tras el simple acto de cocinar con atención: te ancla al presente. “El olor, el calor y los sonidos te traen de vuelta al aquí y al ahora. Tu sistema nervioso interpreta esa concentración sensorial como seguridad y reduce el cortisol. Por eso, cuando cocinas, no solo haces comida: entrenas a tu mente para estar en paz”. no podía explicarse de mejor manera, puedo comenzar a cocinar en un estado de agitación intenso y, cuando acabo, sin darme cuenta ha desaparecido.

Yo encontré esta ancla en el simple acto de cocinar, pero hay muchas otras cosas que pueden lograrlo, lo importante es lo que decía al principio: debe ser algo que ocupe manos y mente, que logre tu atención y foco en lo que estás haciendo. Comienzas con el cerebro presentando resistencia, pero cuando van pasando los minutos y realmente te enfocas en lo que estás haciendo y no en lo que estás pensando,
todo empieza a fluir, el corazón y la respiración se calman, van al mismo ritmo y el acto en sí se transforma en un camino de calma, de relajación y como decía el especialista de paz.

Pintar, escribir, manualidades, coser…
Descubran la suya y recordarán mis palabras.

Etiquetas

Artículos Relacionados