A mediados de los años 80, al nivel social, organizacional y empresarial, se presentaron las primeras evidencias de estudios de gestión o manejo de crisis.
Ese proceso mediante el cual una institución, pública o privada, se enfrenta a una situación calamitosa y/o reputacional con propensión a daños colectivos o individuales.
En la actualidad, el manejo de crisis se ha convertido en una herramienta de alto valor por sus consecuencias de corto, mediano y largo plazo.
Profesionales del área confirman la orientación de la gestión de crisis al seguimiento de pasos fundamentales para lograr una intervención preventiva, efectiva y, esencialmente, capaz de brindar resultados medibles en plazos razonables.
El plan alrededor del manejo de crisis traza la siguiente pauta: identificación del equipo de liderazgo para enfrentar la crisis, evaluación de riesgos, medición del impacto en la empresa, gobierno, institución, producto o persona, planificación de las respuestas, consolidación del plan y, finalmente, revisión y actualización periódica.
El manejo de crisis en el gobierno dominicano
Si existe un elemento característico en la actual gestión de gobierno es, sin dudas, la presencia permanente de crisis, con distintos orígenes, desarrollos, alcances e implicaciones.
La campaña electoral, que precedió el inicio del período constitucional 2020-2024, tuvo el especial matiz de una pandemia.
Hasta ese momento el registro más cercano se remontaba a la época de la Primera Guerra Mundial en 1918. Aunque terminó llamándose como “gripe española”, su origen se remontó a una base estadounidense en Kansas, con poco más de 55 mil soldados.
Fue la primera pandemia causada por el virus A, del subtipo H1N1, provocando la muerte de más de 40 millones de personas en menos de dos años.
Un siglo después, a finales de 2019, en la ciudad Wuhan, en China, aparecieron los primeros casos del virus Covid-19.
En medio de las consecuencias asociadas a una crisis sanitaria global, la República Dominicana elegía su presidente. El nuevo gobierno asumió sus funciones el 16 de agosto de 2020, en medio de un confinamiento total, una paralización del aparato productivo nacional, cierre absoluto de la industria turística, en fin, un panorama desolador con pocas perspectivas de éxito.
Luis Abinader configuró su política de salud a través de la creación de un eficiente equipo: el gabinete de salud. Dicha estructura era dirigida por la vicepresidenta Raquel Peña, junto a todos los funcionarios del área. El objetivo primario fue la preservación de la vida de los dominicanos, logrando control y descenso en la tasa de positividad y letalidad del virus.
Luego las acciones se orientaron a la estructuración de un eficaz plan nacional de vacunación. Este se constituyó en el primer gran reto del joven gobierno.
Con el devenir de los meses y, con la llegada de las vacunas, el país se convirtió en un referente nacional e internacional de manejo pandémico. El propio presidente Abinader atendió una invitación formulada por la Organización Mundial de la Salud, en Ginebra, Suiza. El 21 de mayo de 2022 narró su exitosa experiencia.
Conflicto geopolítico Ruso
Aunque el preludio de la invasión rusa a Ucrania refiere a los acontecimientos desarrollados a partir de marzo de 2021, la entrada formal de las Fuerzas Armadas de Rusia en territorio de la vecina Ucrania se efectuó el 24 de febrero de 2022. Este conflicto bélico ha desembocado en implacables consecuencias económicas, apreciables en las sociedades desarrolladas, con variaciones de precios en insumos asociados a la crisis pandémica, problemas de abastecimientos en la cadena de producción, incremento en el precio de los commodities agrícolas, combustibles, minerales, fertilizantes, etc.
El gobierno dominicano, en una nueva crisis de repercusión global, desarrolló políticas de contención a los efectos antes mencionados. En el 2022, más de 35 mil millones de pesos se inyectaron en condición de subsidios a los precios de los combustibles para no transferir el alza a la población y, consecuentemente, conservar estabilidad macroeconómica.
A su vez, desarrolló un programa de subsidios a fertilizantes. Este programa se inició en noviembre de 2021 y se extendió hasta abril del presente año, con un impacto en miles de productores agropecuarios y en millones de consumidores, a un costo superior a los 5 mil millones de pesos.
En materia social, la política de subsidios supuso una inversión de 85 mil millones de pesos, sólo en el año 2022.
Crisis haitiana
Otro de los aspectos destacables de la actual gestión es la firme y responsable actitud frente a la dificultad que pervive en el hermano pueblo haitiano. Luis Abinader, en escenarios locales e internacionales ha fijado su posición respecto del drama que padecen nuestros vecinos, reiterando, en infinidad de veces, que una solución a la pacificación y al restablecimiento del orden institucional haitiano sólo sería posible con la intervención de la comunidad internacional.
La más reciente crisis se produjo por la construcción ilegal y unilateral de un canal en aguas del río Masacre, alterando el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje firmado en 1929 por el presidente dominicano Horacio Vásquez, y por Louis Borno, a la sazón presidente de Haití.
Esta situación revestida de insensatez por parte de grupos haitianos, llevó al gobierno dominicano a cerrar nuestras fronteras por cielo, mar y tierra, e iniciar, semanas después, medidas excepcionales para habilitar el comercio, manteniendo las restricciones migratorias.
En las recientes semanas y por motivos de cierre, el gobierno activó acciones en las provincias fronterizas Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, asumiendo el costo de productos perecederos de los comerciantes de la zona, acompañamiento a través de bonos de emergencia a las familias afectadas por el cierre del mercado binacional, entre otras medidas sociales.
Habiendo repasado distintas crisis de envergadura transnacional y, con características disímiles, nos permite evidenciar que la puesta en marcha del protocolo para el manejo de crisis ha sido una práctica permanente en la actual gestión de gobierno.
Las crisis crean oportunidades, y han sido éstas las que le han permitido al presidente Abinader forjar un liderazgo más sólido, más efectivo, con elevada compresión del presente y mayor proyección de futuro.
*Por Roberto Ángel Salcedo