
*Por Miriam Ventura
MANHATTAN, Nueva York.-Un trabajador comunitario hace más inclusiva y compacta la comunidad a la que sirve. Los trabajadores comunitarios deben tener calificaciones básicas, como una licenciatura en servicios sociales, sociología u otro campo relacionado.
Las habilidades necesarias incluyen la de buena comunicación, organización y la de tener capacidad para interactuar con distintos grupos étnicos.
Parecería que hablamos de alguien conocido, ¿verdad? Y sí. Dominicanos y demás latinos de la ciudad de Nueva York lo reconocen por promover el funcionamiento social en el Alto Manhattan y otras comunidades.
El protagonista de esta historia es Luis Tejada, reconocido en distintos sectores, vecindarios y distritos. Siempre ha estado dispuesto a jugársela por su comunidad y en defensa de los más necesitados. Para él, la educación y la justicia social son fundamentales.
Una factura casi heredada de sus ancestros familiares entre ellos el doctor Manuel Antonio Tejada Florentino, quien conspiró contra Rafael Leónidas Trujillo, por lo que encabezó las primeras listas de desaparecidos durante el régimen trujillista.
El doctor Tejada Florentino, fue además el primer médico dominicano en dedicarse exclusivamente a la cardiología, como consta en el Primer Acta de la Sociedad Dominicana de Cardiología.
Tejada, con amplia trayectoria como trabajador comunitario, entiende las reglas del juego de su vocación: la defensa de la comunidad, por ello esta vez deja constancia de sus aspiraciones a la Asamblea del distrito 71, terreno desde donde afirma, puede abrir canales y legislaciones a favor de su comunidad.
