Los venezolanos llevan mucho tiempo luchando por el restablecimiento de la democracia secuestrada por un grupo que ha usurpado el poder gracias al apoyo de los líderes de las fuerzas armadas.
La comunidad internacional, en esta oportunidad, no se ha mostrado indiferente y se ha puesto al lado del pueblo de Venezuela.
El desprecio por las más elementales normas de la democracia y la incapacidad para conducir la economía de una nación tan rica, ha llevado a los venezolanos a una verdadera catástrofe humanitaria ante la carencia de bienes tan esenciales como los alimentos y los medicamentos.
El pueblo venezolano vive una situación similar a la que experimentan las mujeres maltratadas, que para salir de la subyugación necesitan de la ayuda de otros.
Aspiramos profundamente que Venezuela pueda retornar a la democracia de forma pacífica, pero al parecer el régimen del usurpador Nicolás Maduro está decidido a negarle esa posibilidad.
Sobre los hombros de Maduro y su camarilla recae la responsabilidad de cada gota de sangre derramada en la lucha de los venezolanos por recuperar su libertad y reencaminarse por los senderos de la democracia.
Los venezolanos terminarán triunfando.
