Inmueble que era vendido sin ser propiedad de los vinculados a la red de estafa inmobiliaria que involucra a varias personas.
Santo Domingo .-“Sin saber que me estaban robando mi dinero y aplazando mi sueño de tener un techo propio, me enamore de las facilidades de pago de un proyecto habitacional fantasma”, cuenta Ana Hernández, de 45 años, residente en San Francisco de Macorís.
Relata que se enteró por una amiga de un proyecto inmobiliario en un prestigioso sector del Distrito Nacional, y sin investigar mucho fue a conocerlo, y allí hizo los primeros procesos, y depositó 500 mil pesos para apartarlo.
La venta fue en plano, lo que daba la facilidad de apartar y completar el pago del inicial, explica Hernández al señalar que en dos años y medio estaba previsto comenzar los procesos de acceso a financiamiento por una entidad bancaria para recibir el apartamento en un segundo piso.
Recuerda que les requerían realizar pagos en efectivo hasta completar el millón de pesos, ese proceso lo realizó en un tiempo de casi dos años.
“Todo parecía real hasta que quise ver cómo avanzaba mi apartamento, pautamos una reunión y nunca aparecieron, desesperada investigué y hasta entonces me enteré que no estuve haciendo negocios con los desarrolladores del proyecto y lo peor que nunca dimos con los estafadores”, lamentó la dama.
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Como Ana, cientos de dominicanos y extranjeros se ven envueltos en estafas inmobiliarias las cuales son variadas, pero todas con el común denominador de engaño y robo.
Son varios los esquemas de fraudes que se dan en este sector, advierten agentes inmobiliarios y constructores. Entre los fraudes más comunes destacan la venta de propiedades fantasmas, publicidad engañosa, rentas de inmuebles y asesores falsos, lo que afecta no sólo a quienes invierten en esos proyectos, sino también a la imagen del país y a los constructores y desarrolladores que están operando de manera legal.
Daño colateral
De acuerdo con Alberto Bogaert, presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios, ese sector ve con preocupación el auge de los fraudes inmobiliarios, ya que afecta no sólo a los que cuentan con certificación de los 3,500 agentes inmobiliarios, sino a todos los constructores desarrolladores y con ellos a la economía nacional.
Los fraudes inmobiliarios se traducen en bajas ventas, por el miedo que infunde en los futuros compradores, cuenta Eliseo Cristopher, presidente de la Confederación Dominicana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción.
“Las estafas inmobiliarias es un tema preocupante porque afecta a los constructores que están trabajando de manera legal, ya que los futuros compradores tienen temor de depositar dinero y más cuando son compradores que residen en el exterior”, subraya.
No obstante, resalta que una de las formas más seguras de invertir en bienes raíces es con un Fideicomiso Inmobiliario en la República Dominicana.
Explica que su confiabilidad se debe a que es un instrumento donde el constructor da en administración de recursos a una sociedad fiduciaria, desvinculando de todo su capital patrimonial, garantizando de que los recursos aportados serán única y exclusivamente para el desarrollo del proyecto inmobiliario.
De esta manera el inversionista (es decir, el comprador del apartamento o casa) podrá tener la seguridad y la tranquilidad de que se estará garantizando su inversión.
“Los constructores a veces tenemos entre 40 y 50 millones de pesos en la Fiduciaria y no lo podemos tocar hasta que no cumplimos con los requisitos de las entidades financieras que manejan esos fideicomisos.
A veces es cuesta arriba porque el constructor se ve sin recursos y los que tiene no los puede usar, porque la idea es usar los recursos de manera ordenada”, argumenta el empresario del sector construcción.
Precaución al comprar
Comprar un inmueble requiere, además de dinero, la asesoría necesaria para que la transacción corra con el menor riesgo posible, resalta la abogada inmobiliaria Yissel Caminero, al explicar que la asesoría es necesaria porque en el proceso de compra y venta se dan situaciones que generan engaños y hasta estafa, cuando una de las partes desconoce sus derechos.
La especialista sostiene que en el país existe mucho desconocimiento acerca de los trámites que deben realizarse como parte de una transacción inmobiliaria y, peor aún, que existe sobre todo muy poca receptividad a la asesoría.
Sugiere que para evitar el engaño una de las principales medidas preventivas es que las personas al comprar un inmueble investiguen físicamente el certificado y verifiquen que los datos que contengan se correspondan con los del documento original asentado en la Oficina de Registro de Títulos.
Guía de compras
— Evitar estafas
Para comprar una propiedad en plano se debe tener el título madre del proyecto que tiene una matrícula, estar deslindado, ver quiénes son los dueños del título y que esté a nombre del desarrollador o constructora.
Urge fortalecer el régimen de consecuencias
—1— Control
En el país se necesita mejorar el régimen de consecuencias para quienes comentan algún tipo de fraude inmobiliario, ya que no es la primera vez ni será la última que se darán este tipo de casos si no se toman medidas en el ámbito penal.
Casos de gran impacto en sector inmobiliario
Justicia. Recientemente el Ministerio Público reveló un esquema masivo de estafas inmobiliarias en el que hay siete implicados en la red, atacada mediante la “Operación Nido”, los cuales vendían proyectos basados en inmuebles de los cuales no tenían derechos de propiedad, afectando a más de 300 compradores.
Pero ese no es el primer caso de estafa inmobiliaria. Datos judiciales dan cuenta de varios casos, entre ellos el de Los Tres Brazos y la estafa de bahía de las Águilas, terrenos del Estado vendidos a particulares de manera fraudulenta en los 90.