Santo Domingo.–Los Farallones de la Cayetano Germosén, un pulmón ecológico de gran valor por la cantidad de cavernas que hay allí y sirven de protección a las aguas subterráneas, y que pudieran ser un atractivo turístico y de recreación, contrastan con la avenida de Salud, en el Mirador Sur.

Aparte de ser un lugar “receptor” de basura, escombros, y en horas nocturnas refugio de delincuentes por la falta de iluminación, el trayecto pierde cada día su encanto dada las mutilaciones de que es objeto, inclusive por las autoridades llamadas a defendedor el área verde.

Las cavernas son refugios de mendigos y de delincuentes.

Usufructos
Dentro de las ocupaciones que más afean y generan plagas en el entorno, está el depósito de desechos que desde hace más de una década instaló la Dirección de Espacios Públicos del Ayuntamiento del Distrito Nacional, donde colocan la mayoría de los “tarantines” que se les incautan a quienes ocupan áreas públicas en la ciudad.

En el tramo han establecido al menos cinco canchas, dos “pley” de béisbol, un destacamento policial, viviendas ilegales y próximo a la Luperón, puestos chicharrones lo usan como plaza de clientes.

Especialmente por la cancha Los Pitones, las entradas 5, 6 7 y 8 es usado de retrete, según personas consultadas.

Peligro
“Los Farallones son un dolor de cabeza, pero últimamente se ha convertido en un peligro. Frente al Lago Caverna Mainaguá viven delincuentes, mendigos y drogadictos, y cada momento hacen fuego porque se roban alambres y los queman para sacarles el cobre”, denunció José Ramón Arias.

En su condición de presidente de la Junta de Vecinos del Mirador, dijo que la situación que más les perjudica es que en horas de la noche lanzan piedras a los vehículos y les rompen los cristales para luego que se detienen atracarlos.

Dijo que usan las cuevas para hacer “orgías”, y también se refugian en horas nocturnas para robar en los apartamentos del residencial. Igual cortan el tendido eléctrico.

“Hay unas cinco canchas, que en ocasiones los conductores se han accidentado, una cantidad de trillos, en los cuales los delincuentes cometen sus fechorías y luego se deslizan a la parte baja y siguen a los barrios de la Independencia”, comentó Arias y se quejó del deterioro de los muros de contención.

Solución integra
Dijo que el Ayuntamiento desalojó los vehículos que estaban frente a la Iglesia San Ignacio de Loyola, pero entiende que es poco para lo que sucede con las ocupaciones.

Entiende que debe haber una solución integral entre la municipalidad y los Ministerios de Medio Ambiente, y Turismo. Para Joel Rodríguez, residente en el sector Enriquillo, en el Kilómetro ocho, el mayor problema es la basura, maleza y las ocupaciones. Sin embargo, no hay área de juego para los niños recrearse, situación que los obliga a subir al Mirador Sur.

Contenes e isletas

—Talleres
Otro problema que afecta en dirección oeste este es la ocupación de las aceras por parte de talleres que contribuyen a su deterioro con el parqueo para vehículos, además de las isletas centrales, según Andreína Orismar.