Los diversos estilos de las columnas arquitectónicas
La columna es un elemento arquitectónico utilizado para sostener el peso, generalmente, de una techumbre, aunque también se pueden construir para embellecer el entorno o como símbolo para conmemorar algún hecho.
A partir de la Grecia clásica, las columnas en el hemisferio occidental se dividieron en tres estilos: dórico, corintio y jónico, sin embargo, siglos más tarde surgieron variantes, lo que animó la arquitectura.
En los estilos clásicos, tenemos en el dórico, la parte superior, justo debajo de la techumbre, el llamado triglifo, debajo de este la metopa, y luego la gota.
En la columna en sí misma, el ábaco, el equino y el collarino. Después el fuste, que es el cuerpo de la columna, estas se elevan directamente desde la plataforma, conocida como estilóbato.
En las columnas corintias, el capitel tiene un diseño de hojas de acanto, el que es un motivo basado en una planta de hojas puntiagudas que se encuentra en el Mediterráneo.

En el orden jónico, las volutas son en forma de espiral y su fuste acanalado.
Naturalmente estos tipos de columnas, campearon por sus fueros, en la recién creada ciudad de Santo Domingo de Guzmán, la primera construida en este nuevo mundo, en donde los descubrimientos, agrandaban de manera increíble, el orbe conocido.
Las columnas constituyeron, el apoyo de los arcos que aligeraban el peso de la techumbre. Por lo general, el material utilizado fue la piedra coralina.

Sin embargo, durante el Renacimiento fueron creadas variantes de las clásicas griegas. En la catedral de Nuestra Señora de la Encarnación, en nuestra ciudad, encontramos columnas con anillos decorados con pequeños cilindros al estilo isabelino, donde se apoyan las bóvedas nervadas estilo gótico.
En muchas de las casas residenciales y en aquellas dedicadas a uso oficial, se observa la variedad de columnas, erigidas, algunas de en ladrillo, aunque la mayoría son de piedra coralina.
De piedra coralina
Las galerías que adornan el Alcázar de Colón están dotadas de arcos que descansan sobre columnas de piedra coralina. Así mismo, la entrada porticada se encuentra dotada de arcos, apoyados en columnas, todas al estilo isabelino; es decir, con un collarín en la parte superior.

La puerta de acceso a la Fortaleza Ozama está dotada con columnas, esta vez a modo de decoración, pues sólo sostienen el entablamento superior de la entrada, en la parte superior ostentan capiteles cuadrados adornados con pequeños cilindros.
Esta ostentosa portada, de estilo barroco, fue levantada en piedra coralina, en el siglo XVIII.
Algunas veces, también se levantaron columnas rectangulares, en lugar de cilíndricas y construidas con ladrillos. Su basamento, es también de forma rectangular.
En memoria del arquitecto Cesar Iván Feris Iglesias
En los patios
— Variables
En los patios de muchas construcciones, se observan columnas de piedra, al estilo barroco, muchas de ellas de doble collarín debajo del triglifo, sencillo, consistente en un cuadrado, donde se apoyan los arcos, los que pueden ser de ladrillo.
*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS Y CÉSAR LANGA FERREIRA
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