Cuando nos sentimos mal anímicamente esto afecta nuestra capacidad innata de responder al sufrimiento de otras personas.
Las malas noticias nunca son bienvenidas. Surgen de manera inesperada y algunas pueden ser realmente dolorosas. ¿Sabes cómo enfrentar una mala noticia?
Cuando nos toca enfrentar una mala noticia nos sentimos faltos de recursos para poder hacerlo de la mejor de las maneras. Por eso, es común que te sientas perdido y desorientado.
Hoy compartimos contigo 5 consejos para enfrentar una mala noticia que pueden serte de utilidad
¿Cómo enfrentar una mala noticia?
- Toma conciencia de ella
El primero de los consejos para enfrentar una mala noticia es ser consciente de lo que ha sucedido. Cuando nos la dan, tendemos a dejarnos llevar por el estrés y la ansiedad que sentimos en ese momento. Esto nos nubla y nos impide ver lo que ha ocurrido con claridad.
Lo que tenemos que hacer ante una mala noticia es formularnos 3 preguntas esenciales:
¿Qué puedo hacer yo, ahora mismo, para resolver esto? A veces, no se puede hacer nada, por lo que debemos practicar la aceptación.
¿Cuál es la magnitud de esa mala noticia? Hay noticias que puede que magnifiquemos cuando, en realidad, si las vemos con perspectiva no son tan graves.
¿A quién va a afectar? Tenemos que pensar en los miembros de nuestra familia o en algún amigo si la mala noticia afecta a su familia.
- Comparte la mala noticia
Lo peor que podemos hacer cuando recibimos una mala noticia es no contarla. Muchas veces nos autoengañamos diciéndonos “es que no quiero preocupar a nadie”. Sin embargo, necesitamos expulsar lo que nos ha pasado de alguna u otra manera.
Compartir una mala noticia nos va a ayudar a desahogarnos. Esto es esencial, ya que cualquier noticia negativa va a tener un impacto emocional en nosotros. Las emociones, si las reprimimos, terminan saliendo y no de la manera más adecuada o agradable.
- Permítete unos días para ti
Otro de los consejos para enfrentar una mala noticia es que nos tomemos unos días para estar con nosotros mismos y con nuestro dolor.
El hecho de intentar no pensar en lo ocurrido y distraernos sólo hará que, cuando estemos solos, todas las emociones se desborden y nos sintamos hundidos.
No hay que escapar del dolor ni de las emociones negativas. Hay que sentir todo esto para aceptarlo y permitir que la rabia, el dolor o la frustración fluyan. Así pues, permítete unos días para ti, para después volver a continuar con tu vida.
- No dejes de hacer tu vida
Suena duro, pero en ocasiones dejamos de hacer nuestra vida al no permitirnos unos días para mirar hacia ese dolor que tiene que expresarse y salir. Esto puede provocar que estemos una larga temporada, a veces incluso años, viviendo como si estuviéramos en piloto automático.
No logramos saborear la vida, no la sentimos. Todo esto es fruto de un dolor que se ha enquistado y que nos impide vivir como realmente queremos. Ninguna mala noticia puede hacer que dejemos de hacer nuestra vida. Para ello, debemos enfrentarla de manera adecuada.
- Pide ayuda si es necesario
El último de los consejos para enfrentar una mala noticia es que, si somos incapaces de lidiar con las emociones y no logramos continuar con nuestra vida después de ello, debemos pedir ayuda.
Los psicólogos son un gran apoyo en los momentos en los que no conseguimos ver una salida, porque realmente la hay. Los sentimientos de desesperanza y de estancamiento desparecerán una vez seamos capaces de gestionar las emociones.
Enfrentar una mala noticia siempre es complicado. Aunque sabemos que siempre sucederán cosas inesperadas, en realidad, nunca estamos preparados. Las expectativas de que nuestra vida seguirá tan bien como hasta el momento hacen que, cuando aparece una mala noticia, no seamos capaces de lidiar con ella de manera eficaz.
Al pedir ayuda y acudir a un psicólogo, este nos dará las herramientas necesarias para enfrentar una mala noticia de la manera adecuada. A su vez, nos enseñará a enfrentar las futuras malas noticias que surjan en el futuro.
Por eso, a pesar de que un amigo o un hermano nos puedan ayudar mucho, en el caso de que estemos estancados y no seamos capaces de seguir haciendo nuestra vida, un psicólogo es la opción más recomendada. No lo descartes.
Esta información fue tomada de: Mejor con Salud