Los ayuntamientos y la madre naturaleza

Los ayuntamientos y la madre naturaleza

Los ayuntamientos y la madre naturaleza

Víctor Feliz

La madre de todas las soluciones a los problemas es, sin temor a equivocarnos, la planificación. Sin embargo, para las instituciones dominicanas es algo totalmente absurdo.

Es como si la palabra misma sólo se usara como instrumento para demostrar que aquel que elabora los planes operativos es un maestro en el arte de las estrategias.

Somos una nación caribeña en el medio de las rutas ciclónicas, pero, además, el mismo trópico nos tiene acostumbrados a que “el día más claro llueve”. La cultura que tenemos es la de ignorar la naturaleza y vivir a espaldas de una realidad cada vez más atroz, y para completar la ecuación, el cambio climático nos azota de manera inclemente.

Vemos que en los planes y proyectos de los gobiernos locales no se toma en cuenta la prevención, mitigación y resiliencia ante los inminentes desastres naturales. Si bien es cierto que es un tema fundamentalmente de recursos económicos, no es menos cierto que, todos los ayuntamientos “piden” al Gobierno Central cada año cientos de millones de pesos para soluciones que muchas veces son hasta caprichosas.

En los años que tenemos vinculados a la municipalidad, en muy pocas ocasiones, para no decir que en ninguna, hemos escuchado a algún candidato en campaña hablar sobre los planes que pretenden desarrollar en la gestión de riesgos en sus territorios. Sólo una vez que llegan a las posiciones, entienden la responsabilidad que tienen según lo establece la ley 147-02 sobre Gestión de Riesgos, que le da el mandato de presidir el Comité de Prevención Mitigación y Respuesta del municipio. (PMR).

El PMR está conformado, además del Ayuntamiento, por la Defensa Civil, Cruz Roja Dominicana, Cuerpo de Bomberos, Ministerio de Salud Pública, Ministerio Educación, Ministerio de Obras Públicas, representantes de la Sociedad Civil y los directores de los Distritos Municipales correspondientes e instituciones castrenses.

Para ser objetivos y justos, debemos admitir que en la actualidad existen muchos municipios que tienen elaborados sus planes municipales para la gestión de riesgos, no obstante, una cosa es la letra y otra es la práctica.

Otra de las observaciones que debemos hacer es que el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de manera muy diligente y correcta se ha preocupado de manera tradicional de “ayudar” a casi todos los gobiernos locales a elaborar, bajo una guía metodológica adecuada, los diferentes planes en cuestión; pero el tema siempre serán los recursos económicos para desarrollarlos.

Debemos apostar a la formación de nueva ciudadanía que procure con ello concienciar a todos los dominicanos de la realidad en que vivimos, que en vez de exigirles a los alcaldes la inversión en obras que en ocasiones son producto de una imaginación vivaz, superflua y que no contribuyen a la preservación de vidas, se piense, no sólo en prevenir y mitigar los efectos de la inclemente madre naturaleza, sino también en la resiliencia de que debemos tener para salir lo más pronto posible del trauma en que nos dejan sus efectos.

Ojalá que cuando salga el sol y volvamos a la cotidianidad nuestras autoridades tomen en serio los temas sobre la prevención, mitigación y resiliencia, pues estos son los pilares para sustentar el desarrollo local ante los riesgos naturales que nos afectarán por siempre y para siempre.

*Por Víctor Féliz Solano