Santo Domingo.-El crimen en la República Dominicana se incrementa cada día.
Los asesinatos de personas a mansalva ocurren en lugares públicos donde se supone debe existir una mayor vigilancia.
En lo que va de año al menos 36 personas han muerto de manera violenta en lugares muy públicos y en ocasiones hasta en presencia de agentes policiales.
Las víctimas mortales han sido asesinadas en la calle, a la puerta de su casa, en bares y colmadones, en la universidad y hasta en centros de salud.
Dentro de la clínica
Y un ejemplo clave de esta alarmante situación es el caso de ayer, cuando desconocidos asesinaron dentro de una clínica a un hombre que era atendido en la emergencia por heridas que recibió al sostener una riña con su concubina, a quien le ocasionó lesiones similares.
Reinaldo Berroa, de 33 años, falleció en la clínica Leger Matos, a consecuencia de heridas múltiples de arma blanca en distintas partes del cuerpo que se las ocasionaron personas, hasta el momento desconocidas, que penetraron al referido centro de salud y lo atacaron.
También en la Universidad
El pasado lunes el nacional haitiano Joel Gerffrand, de 40 años, murió de dos disparos en la cabeza, justamente dentro del campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
También está la muerte del hijo del exguerrillero Claudio Caamaño, Francisco Caamaño, quien murió de un balazo en la cabeza mientras compartía en un colmado en Pizarrete, Baní, aunque la intención no era ultimarlo a él.
Primer caso
Entre los primeros casos registrados en este año está el de las muertes en cadena registradas en Baní, donde una menor de edad mató a una joven en un bar, y luego el tío de ésta última asesinó a la adolescente cuando salía apresada de su casa y en presencia de policías. En ese instante la Policía ultimó al hombre identificado como Zacarías Díaz.
Preocupación
El experto en políticas de seguridad pública Daniel Pou mostró su preocupación por el alto índice de asesinatos en lugares públicos.
Atribuyó el aumento de esos casos a la escasa percepción que hay de autoridad, a la vulnerabilidad del sistema de seguridad, a la impunidad con que se manejan la mayoría de los casos violentos en el país, y sobre todo a los de crímenes asociados al narcotráfico y sicariato .
Explicó que por la existencia de fallas estructurales del sistema de políticas criminales en las instancias del Estado es que hoy el crimen campea sin ningún tipo de discreción.
Aquí se ha perdido hasta cierta meticulosidad de parte del mundo criminal en por lo menos guardar ciertas apariencias por la debilidad institucional que existe en el país , recalcó el experto en seguridad.
Propuestas de un experto
El también consultor invitado de la Comisión del Senado para la Reforma de la Ley Orgánica de la Policía, Daniel Pou, manifestó que para contrarrestar esa problemática lo primero que debe existir es un país con un Estado social democrático de derecho.
Dijo que se deben diseñar políticas públicas de seguridad y criminal, que sean consistentes desde el Estado, si no no vamos a poder resolver el problema.
Señaló que aumentar el sueldo a los policías y cambiarles el uniforme no resuelve nada, por considerar que son medidas cosméticas.
Dijo que la PN es una de las instituciones más codiciadas y ha sido resistente a los cambios, y por tanto, a su entender, sobre ella pesa mucha perversidad.