Tener un cabello fuerte y saludable no siempre resulta sencillo. Factores como la edad, la genética, determinadas enfermedades o una alimentación poco equilibrada pueden afectar tanto al crecimiento como a la densidad capilar.
Frente a este escenario, especialistas vinculados a la Universidad de Harvard y la nutricionista Bianca Tamburello, citados por Real Simple, coinciden en un punto fundamental: la nutrición diaria desempeña un papel clave en la salud del cabello.
La caída y la fragilidad capilar son problemas frecuentes que no se solucionan únicamente con productos cosméticos. Según Tamburello, una dieta rica en determinados nutrientes puede contribuir de forma sostenida a fortalecer el cabello desde dentro, mejorando su resistencia y aspecto general. Aunque la genética y el estado de salud global siguen siendo determinantes, lo que se come a diario puede marcar una diferencia relevante.
Estos son algunos de los alimentos que los expertos destacan por su aporte nutricional y su relación con la salud capilar.
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Huevo

El huevo es uno de los alimentos más completos para el cabello. Aporta proteínas de alta calidad, zinc, biotina y vitaminas D, nutrientes esenciales para la estructura capilar. La proteína es la base del cabello y resulta imprescindible para favorecer su crecimiento. Además, diversos estudios han asociado niveles bajos de vitamina D con una mayor caída del cabello, lo que refuerza la importancia de incluirla en la dieta.
Salmón
El salmón destaca por su combinación de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitamina D y vitaminas del grupo B. Estos nutrientes contribuyen a la salud del cuero cabelludo y al fortalecimiento del cabello. Los expertos recomiendan priorizar variedades con alto contenido de omega-3 y bajo nivel de mercurio. Investigaciones citadas por Real Simple señalan que la ingesta regular de omega-3 puede ayudar a reducir la caída y mejorar la densidad capilar.
Yogur griego

Entre los lácteos, el yogur griego ocupa un lugar destacado gracias a su elevado aporte proteico, además de calcio, folato y vitaminas del complejo B. Esta combinación de nutrientes se asocia con una mejor estructura del cabello y con la prevención de su debilitamiento. Por su versatilidad, resulta fácil incorporarlo a la alimentación diaria.
Caldo de huesos
El caldo de huesos es conocido por su contenido en colágeno y proteínas. Aunque la evidencia científica en humanos aún es limitada, algunos estudios preliminares y ensayos en animales sugieren que el colágeno podría favorecer el crecimiento del cabello y ayudar a prevenir su caída. Los expertos lo consideran un complemento interesante dentro de una dieta variada.
Avena
La avena y otros cereales integrales aportan sílice, un mineral relacionado con la salud del cabello y del cuero cabelludo. Este nutriente contribuye a que el pelo reciba mejor otros elementos esenciales. Además, la avena es un alimento accesible y fácil de consumir de forma regular.
Palta

La palta (aguacate) es rica en vitamina E y antioxidantes como el tocotrienol. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo, que puede afectar al cuero cabelludo y favorecer la caída del cabello. Su consumo habitual se asocia con una mejor salud capilar a largo plazo.
Los expertos aclaran que ningún alimento actúa como solución inmediata ni milagrosa. La salud del cabello depende de múltiples factores, pero una alimentación equilibrada y constante, rica en estos nutrientes, puede contribuir de forma significativa a fortalecer el pelo y reducir su caída con el paso del tiempo.