Santo Domingo.-Peatones y comerciantes en la intercepción formada por las avenidas San Martín y Máximo Gómez se quejaron de la delincuencia que los azota, situación que se ha agravado con un local vacío en donde se esconden los antisociales para cometer sus fechorías.
En el local había un picapollo chino y en la actualidad está repleto de basura y sirve de refugio a vagabundos que deambulan por el lugar, por lo que reclaman del propietario acudir al rescate del inmueble.
Josefina de la Cruz, a quien le arrancaron la cartera, se quejó de que el hecho ocurrió en las proximidades del local donde funciona la Dirección Central de Inteligencia Delictiva.
El antisocial se escondía en el local y salió por sorpresa despojándola de su cartera, donde tenía tarjetas de crédito y documentos de valor. Además el local es utilizado de sanitario, y la fetidez se percibe desde lejos.