Llega el 27 de febrero, fecha en la cual el presidente de la República dirige una amplia alocución en la cual repasa los logros más significativos del año de gestión recién concluido y esboza algunas acciones para el futuro inmediato, de manera que dicha presencia se constituye en tal vez la más importantes que cada año hace el primer Mandatario a la nación.
En este año preelectoral sin dudas el clima político se va caldeando y en este caso específico la posible reelección o no del actual jefe del Estado mantiene aun más caldeado el hervidero nacional.
La política junto a la creciente sensación de inseguridad ciudadana copan las noticias diarias. Sin embargo hay un sinnúmero de otros temas de la agenda nacional en los cuales podríamos también esperar sorpresas mañana.
Está el comercio exterior, el cual anualmente viene sufriendo un mayor deterioro, copando las importaciones un excedente importante respecto a las exportaciones, y con las nubes de las contingencias que desaparecerán el año próximo bajo el acuerdo comercial DR-CAFTA, esto se podría agravar aun más.
Por ello podríamos esperar el anuncio de acciones específicas para detener y tratar de revertir esta tendencia negativa.
Así mismo está el tema del fallido intento de sellar un pacto eléctrico, para el cual un simple juego de decretos aliviaría las tensiones y facilitaría el camino para que finalmente el país logre un acuerdo sostenible.
Está por ejemplo la disposición inmediata de auditorías externas independientes, la despolitización de las distribuidoras y su profesionalización, junto a un calendario de acciones que se puedan cumplir de manera comprobable.
Por igual tenemos el tema de los ingresos y el bienestar, junto a las consabidas quejas de que el crecimiento interanual de nuestro PIB no les llega a los más necesitados, podría comenzar a conjurarse unificando los sueldos públicos con los del sector privado y declarando un mínimo similar.
En fin son muchas las iniciativas que podríamos ver mañana. Esperemos a ver que nos trae nuestro Presidente.
