Liderazgo participativo

Liderazgo participativo

Liderazgo participativo

Silem Kirsi Santana

En la actualidad, el mercado laboral se ha vuelto altamente competitivo. Muchos jóvenes y adultos dedican esfuerzos diarios para potenciar sus habilidades y convertirse en profesionales competentes, con el fin de aprovechar las oportunidades de crecimiento en su ámbito.

Este fenómeno ha generado una ola de transformación en las organizaciones, que a menudo se traduce en celos profesionales entre aquellos que dudan de sus capacidades y una serie de beneficios para quienes son conscientes de su potencial.

Las empresas enfrentan un desafío significativo: lidiar con empleados que intentan obstaculizar a sus compañeros, percibiéndolos como competencia, y con aquellos colaboradores que, conscientes de su valía y de sus capacidades de liderazgo, podrían abandonar la organización si sienten que su crecimiento está en riesgo.

En el otro extremo se encuentran los empleados que operan en un nivel medio; estos suelen limitarse a cumplir con las actividades básicas de su puesto sin mostrar interés en ejercitar la creatividad o la innovación. En tales casos, las organizaciones se ven obligadas a hacer un esfuerzo adicional para desarrollar a estos individuos y guiarlos genuinamente hacia la visión de la empresa.

Solo aquellas empresas que mantengan una supervisión constante de sus equipos, podrán identificar a tiempo las desviaciones que impactan su desempeño y aplicar los mecanismos necesarios para proteger los activos del negocio.

Por ello, es fundamental inculcar, en cada unidad organizativa, una cultura de liderazgo participativo. Las ventajas de este enfoque son tan evidentes que resulta difícil para un empleado rezagado permanecer en ese estado mientras el resto del equipo se involucra activamente en el desarrollo de nuevas ideas y en la aportación de su talento en beneficio de todos.

Un liderazgo participativo transforma la dinámica de una empresa; promueve la integración de equipos, fomenta una convivencia laboral sana, incentiva la comunicación asertiva y desarrolla habilidades en sus equipos, dotándolos de capacidades que le permitirán asumir retos de mayor responsabilidad en el futuro.