En diversos artículos hemos abordado el tema de los libros digitales y en específico los de tipo escolar o para fines docentes.
Siempre surge, a principios del año escolar, el debate de los libros de texto para luego olvidarse y retomar el mismo tema al año siguiente. Como padre de familia se que esto nos afecta a todos y siempre es bueno reflexionar al respecto.
La industria del libro de texto constituye un mercado mundial de miles de millones de dólares. Las casas editoriales e imprentas en diversos países del mundo son negocios legítimos y que generan miles de empleos y dan sustento a miles de autores.
Dada la importancia de estos proveedores de la educación es bueno pensar sobre cuáles son las tendencias a nivel mundial sobre el futuro de libro de texto.
Muchas casas editoriales, haciendo conciencia del incremento continuo del uso de la tecnología de la información y comunicación en el aula, están poniendo a disponibilidad del público sus contenidos en formato digital. Bajo un esquema que respeta los derechos de autor, los contenidos pueden licenciar y acceder vía web, desde una tableta o dispositivo móvil sin mayores inconvenientes.
Es importante tomar en cuenta también el modelo de contenidos digitales con licencia de uso abierto. Esto quiere decir, entregar a los alumnos todos los libros de textos en formato digital para uso libre de los mismos. Esto puede aplicar muy bien para el sector público o iniciativas sin fines de lucro.
Nuestro país debe establecer una estrategia o plan que permita incorporar de manera masiva los contenidos y libros digitales.
Imaginemos un sistema educativo dominicano donde todos los niños, niñas y jóvenes tengan un dispositivo móvil conectado a Internet y lleno de los contenidos y aplicaciones educativas que necesitan para el éxito de sus estudios. La tecnología existe. Vamos a utilizarla.